Banca y finanzas

Los despidos de banqueros, el doble de caros que el resto

Retiros de oro. Así se califican las prejubilaciones y pensiones que perciben los primeros espadas de las grandes compañías. Pero no todas son iguales. Ni mucho menos. Los banqueros son los profesionales mejor remunerados por dejar su trabajo. En muchos casos duplican y triplican el dinero que se llevan los ejecutivos de otros sectores.

El último caso, conocido recientemente, así lo certifica. El consejero delegado de BBVA hasta principios de mayo cobrará 45 millones en concepto de prejubilación y pensión. Según el pacto alcanzado con el banco, Ángel Cano, recibirá de manera anual 1,8 millones de euros de manera vitalicia.

La cifra es significativamente superior a la indemnización que se va a llevar el número dos de FCC, Juan Béjar, por abandonar la constructora. Se embolsará 8,3 millones una vez se rescinda su contrato el 30 de septiembre, fecha de su salida.

La diferencia entre ambos se explica por muchos motivos: años de trabajo en la empresa, fondo de jubilación acumulado, blindaje y tamaño y situación de las compañías. BBVA vale en bolsa, por ejemplo, más de veintidós veces FCC.

Una firma comparable a BBVA es Telefónica. Y en cuestión de prejubilaciones e indemnizaciones, la entidad es mucho más generosa. La última gran salida de un alto directivo de la operadora la protagonizó el histórico Julio Linares cuando era consejero delegado. Su marcha se produjo en 2012, en plena crisis. Este ejecutivo percibió casi 25 millones de euros.

Por aquel entonces, una serie de banqueros dejaron sus puestos o fueron destituidos. El responsable de América del Santander, Francisco Luzón, abandonó la entidad cántabra con 63 millones en el bolsillo. Durante un tiempo fue considerado por mucho como el eterno delfín del expresidente, Emilio Botín.

Sin ajustes

Pero ni la banca ni el resto de sectores ajusta las indemnizaciones, blindajes, bonus, etc, de sus altos directivos. Durante la crisis, las trece mayores o principales jubilaciones o relevos anticipados han supuesto el desembolso de 372 millones de euros para sus respectivas compañías.

Este ejercicio, además de Cano y Béjar, han sido cesados de sus cargos el presidente de Indra, Javier Monzón, que elevará su cartilla en al menos 14 millones de euros; y el consejero delegado de Santander, Javier Marín, que tras dos años en el puesto, ingresará un total de 26 millones por distintos conceptos.

Desde el estallido de la crisis económica y financiera, el retiro mejor pagado ha sido el del antecesor de Marín en el banco cántabro. Tras una veintena de años en el grupo, con diferentes responsabilidades, Alfredo Sáenz se fue con 88,1 millones de euros, una cantidad que se acerca a la indemnización más elevada de la historia económica española, también afrontada por el Santander. En 1999 Ángel Corcóstegui logró pactar una salida del recién fusionado BSCH por 108 millones de euros.

Líderes absolutos

Con estos importes y otros de cuantías elevadas los bancos remodelan sus cúpulas. El ránking de mejor pagados está liderado en su totalidad por los dos grandes grupos financieros españoles que, a su vez, son dos de las cuatro empresas más importantes del país.

El predecesor de Cano en BBVA y hoy presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, atesoró 53 millones tras su relevo en 2009. Hoy su sueldo se limita a medio millón de euros fijo por las restricciones impuestas por el Gobierno en las entidades nacionalizadas.

Todas estas retribuciones son legítimas. Otras que se han repartido en el sector financiero no y están bajo la investigación judicial. Distintas cajas de ahorros repartieron entre sus altos directivos cuantiosas prejubilaciones en plena crisis y en medio de la inyección de ayudas públicas. Los máximos responsables de Novagalicia, de la CAM y de Caja Madrid se enfrentan a las decisiones judiciales.

Por ejemplo, seis máximos ejecutivos de las cajas gallegas se distribuyeron 19 millones de euros antes de la nacionalización de la entidad de forma, presuntamente irregular. Su caso se está juzgando en la Audiencia Nacional, que podría publicar la sentencia en los próximos meses.

La causa que ya está cerrada desde hace tiempo es la relativa a las indemnizaciones de la cúpula de Caixa Penedés. Cuatro directivos eludieron ir a prisión tras reconocer un delito de administración desleal y devolver casi 29 millones que se habrían embolsado ilícitamente antes de la integración en BMN.

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