Banca y finanzas

La disyuntiva de BBVA: ¿Renta más la opa sin sinergias por fusión o recomprar acciones?

Carlos Torres, presidente de BBVA.

BBVA se embarcó en la opa al Sabadell convencido de la rentabilidad de la transacción y defiende la ventaja de ensamblar un grupo más robusto e innovador de cara a las oportunidades de negocio que brindarán las necesidades de inversión en Europa y para mejorar su posición frente a una futura consolidación bancaria en el Viejo Continente.

Los grandes números financieros con los que justificó el atractivo del proyecto eran: lograr 850 millones de euros anuales en sinergias por ahorros, elevar un 3,5% el beneficio por acción (BPA) cuando cierre la fusión y cosechar un retorno de la inversión cercano al 20% (ROIC) para entonces.

El escenario se nubla cuando pasa por el Consejo de Ministros y el Gobierno exige mantener ambos bancos independientes durante un plazo mínimo de tres años, ampliable a cinco. La entidad vallesana estima que las posibilidades de generarsinergias de ahorros sin fusión son nulas y reclama que deje bien claros todos los cálculos en el folleto de la opa. BBVA defendió en su día que podría obtener la mayoría de las sinergias pese a la imposición del Ejecutivo, aunque ahora ha desvelado que se encuentra recalculando las cifras bajo los dos escenarios que enfrenta: con el veto a la fusión -dure tres años o cinco-, y cuando finalmente pueda integrar al catalán si no desiste antes.

La puntilla para el proyecto podría ser la venta de TSB porque, al firmarla a un precio superior al reconocido contablemente, Sabadell habría elevado su valor y le permite comprometer un dividendo histórico de 0,50 euros por acción (2.500 millones en total) que solo cobrarán quienes no acudan al canje, a menos que el banco vasco garantice su pago.

Rally de su cotización

La carrera de obstáculos que se ha topado BBVA ha complicado la transacción y el mercado espera que suba el precio si quiere garantizarse el éxito porque el catalán cotiza aún un 5,9% por encima del canje, aunque la brecha se ha reducido a menos de la mitad desde el 14,43% que alcanzaba a finales de julio.

A la postre, si sube la oferta, podría verse en la tesitura de acabar pagando más por una operación con menos sinergias de ahorros a corto y medio plazo, aunque se ahorre los milmillonarios costes de reestructuración en un inicio.

La disyuntiva para BBVA se resumirá, al final, en si renta más perseverar con la operación o es más rentable recomprar acciones. Todos los bancos generan hucha de capital con su actividad y tienen que decidir en qué la emplean para darle el uso más eficiente e interesante para la entidad y sus accionistas.

Para el grupo presidido por Carlos Torres, la prioridad número uno es reinvertirlo en crecer vía negocio, es decir, prestar a clientes. Y segundo, destinar el remanente a oportunidades inorgánicas que surjan -léase fusiones o compras- o a retribuir más al accionista con nuevas recompras de acciones, en función de qué alternativa presenta el mejor rendimiento.

El banco desvelaba hace escasos días que, con su plan estratégico 2025-2028, ganará un total de 48.000 millones en los cuatro años y destinará 36.000 millones a remunerar al accionista sin incluir en la ecuación a Sabadell, para dar visibilidad al inversor del valor intrínseco del grupo BBVA. También declaró que, bajo ese escenario preopa -o sin opa-, el 70% del nuevo capital generado ya iría a remunerar a los accionistas vía dividendos y recompras porque solo precisa el otro 30% para desarrollar el negocio.

No es que escatime dinero para financiar a clientes, ni mucho menos. La razón es que su capacidad de crear nuevo capital va mucho más rápida de lo que crece el negocio, aunque realmente su deseo sea invertir ahí el máximo posible.

"La dirección reiteró que cualquier decisión -si sigue o no adelante con la opa- se basaría en la rentabilidad de una recompra de acciones, actualmente estimada en un 12-13%, que consideramos un punto de referencia importante", estiman los expertos de Barclays poniendo así números a esa comparativa entre la opa o más recompras. La ventana para realizar el análisis de todos los escenarios y números lo ofrece, precisamente la reciente aprobación de la venta de TSB en junta.

Una recompra resulta más onerosa a medida que la cotización sube y BBVA ha firmado un rally acelerado en los últimos días hasta los 15,94 euros. Pero Barclays ha elevado las proyecciones que maneja sobre la entidad tras conocer los grandes objetivos del plan estratégico y le da un precio objetivo en 18 euros, es decir, tiene un potencial de revalorización del 13%. Aunque, sus expertos comparten la lógica industrial de la compra de Sabadell y creen que BBVA tiene actualmente hucha de solvencia para mejorar la oferta, ven valor también a que abandonase la carrera. Si ocurriese, creen que mejorará aún más la retribución al inversor.

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