BBVA está "evaluando" las condiciones impuestas por el Gobierno a la compra de Banco Sabadell, en el marco de la normativa sobre el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores (opa).
El banco ha notificado al mercado la resolución del Consejo de Ministros a través de un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), donde detalla que estudia su encaje según lo reglado en el artículo 26.1 de la citada normativa, y que fija las alternativas que tiene el oferente en caso de una opa según las decisiones de las autoridades.
Entre los supuesto que recoge el artículo figura tanto que siga adelante si recibe la autorización precisa, como la posibilidad de retirar la opa si las autoridades condicionaran la autorización a cumplir determinadas condiciones. El propio banco ha explicado en distintas ocasiones que no seguiría adelante si los remedies acaban con el valor de la transacción.
Cuando lanzó la oferta, BBVA cifró en 850 millones de euros las sinergias que obtendría de completar la compra de Sabadell y fusionarlo, y estimó que obtendría un aumento del 3,5% en el beneficio por acción anual cuando se materializasen dichos ahorros.
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy la opa pero con fuertes condiciones, adicionales a los compromisos que ya había asumido BBVA con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El Gobierno prohíbe en la práctica la fusión de ambos bancos durante tres años, ampliables en otros tres adicionales, al exigir que mantengan ambos bancos con personalidad jurídica propia, patrimonio separado, y autonomía en la gestión de su actividad.