Madrid
Se abre un nuevo escenario en la saga BBVA-Sabadell. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) incluye a las patronales en el test de mercado sobre la opa lanzada por el banco vasco. Es precisamente una de las reivindicaciones del vallesano, que pidió al organismo presidido por Cani Fernández que abriera su contraste de mercado a varios agentes en el análisis de la operación antes de emitir su dictamen, actualmente aparcado en la Fase II desde el pasado noviembre. Las partes contactadas tienen diez días hábiles para contestar a Competencia, es decir, hasta el miércoles 16 de abril. Tras el cierre del plazo, el organismo deberá analizar la documentación recibida, con el riesgo de que no emita su dictamen antes de Semana Santa y, por tanto, pudiendo retrasar la resolución de la opa.
Competencia ya había lanzado un test de mercado en la primera fase, pero en noviembre optó por llevar la opa a un escrutinio más profundo ante los posibles riesgos que podría implicar la operación en la reducción del crédito a las pymes y en el mercado de los TPVs. El mercado empezó a barajar que la CNMC iba a dar su luz verde a la operación antes de Semana Santa con unos compromisos pactados por la entidad vasca, sin lanzar un test que implicase a varios agentes. No obstante, la idea de hacer un nuevo sondeo al mercado ha acabado por imponerse, según adelantó Economía Digital y confirmaron fuentes financieras cercanas al proceso.
Durante el análisis realizado en segunda fase, la CNMC ha identificado riesgos para la competencia en el mercado de banca minorista —donde la entidad resultante quedará en situación de monopolio o duopolio una vez se complete la operación—, concretamente un riesgo de empeoramiento de condiciones comerciales para particulares y pymes, de exclusión financiera y de reducción de crédito a pymes, así como en el mercado de suministro y gestión de TPVs y en el mercado de cajeros automáticos.
Plazos de los compromisos extendidos
El pasado martes, el banco presidido por Carlos Torres presentó a Competencia una quinta propuesta de compromisos. En esencia, tras sus interlocuciones con la CNMC, BBVA ha extendido el plazo de sus compromisos. Entre ellos, BBVA promete mantener durante tres años las condiciones de los productos y de los servicios ya contratados en los códigos postales "donde únicamente estén presentes las partes o un máximo de dos competidores, además de las partes", y no empeorar las condiciones de los servicios de adquirencia que los clientes pymes y autónomos tuvieran contratados con las dos entidades.
Además, se compromete a mantener las líneas de circulante que tengan contratadas las pymes con Banco Sabadell a la fecha de la toma de control, también durante un plazo de tres años. Anteriormente, este compromiso se limitaba a 18 meses. Con respecto a esta última obligación, transcurridos los tres años, la CNMC evaluará si estos compromisos han cumplido el objetivo de asegurar el acceso al crédito de las pymes, y determinará si es necesario prorrogar los compromisos por un máximo de dos años adicionales.
Competencia ha remitido este jueves a las patronales un cuestionario en el que se les pide que señalen si consideran que los compromisos específicos presentados por BBVA en el ámbito de pymes y de adquirencia son adecuados y suficientes para resolver los problemas de competencia que puedan derivar de la operación y motivar su respuesta, además de aportar cualquier otro comentario u observación que consideren oportunos.
Para permitir su evaluación, Competencia ha adjuntado en la documentación enviada a las patronales la propuesta de compromisos planteados por BBVA punto por punto, en la que detalla que el consejo de la CNMC podrá "modificar, sustituir o retirar una o más de las obligaciones recogidas en los compromisos, en respuesta a una petición razonada de BBVA que acredite la concurrencia de una causa justificada".
Frente común en contra de la opa
En los últimos meses, las asociaciones empresariales han elevado su tono en contra de la operación lanzada por BBVA, después de que Competencia rechazara las más de 70 alegaciones presentadas para entrar en el proceso, salvo la del propio Sabadell. La patronal catalana Foment del Treball y el sindicato UGT presentaron un recurso contra su exclusión del estudio de la CNMC ante la Audiencia Nacional, que ya ha admitido a trámite.
Y hace dos semanas, más de 30.000 pequeñas y medianas empresas catalanas encabezadas por Pimec publicaron un manifiesto en los principales periódicos del país, alegando que la disminución de la competencia, a su juicio, implicará "un aumento de los costes para los clientes y en menos alternativas para elegir".
La apertura del test de mercado a las patronales podría alterar el calendario de la opa y ampliar los plazos. Competencia deberá analizar las observaciones enviadas por las asociaciones e incorporarlas al informe final. Tras su dictamen, el Ministerio de Economía tendrá 15 días para decidir si elevar el análisis al Consejo de Ministros, que contaría a su vez con un mes para ajustar o no los remedies si advierte riesgos distintos a los de competencia.
La última autorización necesaria es la que procede de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que llegará previsiblemente después de la decisión de la CNMC y del veredicto del Gobierno, para que los accionistas del banco vallesano puedan acudir al canje con la información más completa posible.
Si todo el proceso acaba a finales de junio o a principios de julio, es factible que BBVA opte por retrasar la apertura de la ventana de adhesión a la opa tras el verano ante el riesgo de que los accionistas no decidan en plenas vacaciones. La ley fija entre 15 y 70 días el plazo para mantener abierta la ventana de adhesión. Según fuentes del mercado, es usual que se consuma el plazo máximo en opas hostiles e, incluso, que se aprovechen los últimos cinco días que habilita la ley para intentar convencer a los inversores más remisos con una mejora del canje, aunque BBVA ha reiterado que no mejorará la oferta.