
El buen empeño de los ingresos en la banca española consigue contrabalancear el aumento de costes. El tirón del margen de intereses, aupado por la subida de tipos orquestada por el Banco Central Europeo, junto a la evolución positiva de los otros negocios comerciales, engordó las cuentas de las entidades financieras, que lograron mejorar su eficiencia en el tercer trimestre. A finales de septiembre, entre los seis bancos cotizados, Bankinter, CaixaBank y BBVA destacaron entre los mejores posicionados, con una ratio por debajo del 40%. Por su parte, el banco presidido por Goirigolzarri y Unicaja fueron los que más potenciaron su eficiencia comparado con un año antes.
La ratio de eficiencia, que mide la relación entre los gastos que incurre una entidad y los ingresos que obtiene -por tanto, cuanto más bajo sea, mejor- es una métrica fundamental para calcular la productividad de un banco. Los analistas suelen cifrar en 50% -o por debajo-un nivel saludable de eficiencia, al suponer que los bancos se gastan 50 euros o menos para obtener unos ingresos brutos de 100. De hecho, una ratio por encima de ese umbral implica que un banco está gastando más de lo que debería comparado con sus ingresos.
La banca española aprovechó de los mayores ingresos que le brindaron los altos tipos de interés durante más tiempo del esperado para mejorar sus cuentas y, en algunos casos, anotarse beneficios récord. Paralelamente, los planes de eficiencia, que prevén la reducción de sucursales y de empleados, además de los procesos de digitalización, entre otras cosas, fueron clave en bajar la ratio.
El pasado febrero, Sabadell destinó 53 millones de libras a un plan de eficiencia para su filial británica TSB, una parte de su negocio que el banco catalán consiguió llevar a beneficios después de una larga restructuración. El objetivo es "dejar de hacer cosas que no eran necesarias", según dijo el consejero delegado César González Bueno. Sabadell cerró septiembre con una eficiencia del 40,7% frente al 41,9% de hace un año. Excluyendo a TSB, los números serían más bajos, al situarse en 35,7%, un punto porcentual menos que el septiembre pasado.
En el podio de los bancos españoles por eficiencia se sitúan Bankinter, BBVA y CaixaBank. El banco liderado por Gloria Ortiz lleva más de un año con una ratio por debajo del 35% (34,62% a finales de septiembre) y mantiene así el liderazgo en la banca española en términos de eficiencia. De enero a septiembre, Bankinter aumentó su margen bruto un 7% hasta 2.151 millones de euros y sus costes operativos un 6% hasta 745 millones. De ahí, una ligera mejora de su eficiencia, que sigue estando muy por debajo que sus competidores.
BBVA recupera terreno
Sin embargo, BBVA recortó la distancia con Bankinter al mejorar su eficiencia en casi tres puntos en el último año (38,9%). El banco presidido por Carlos Torres elevó sus costes un 10% hasta 10.189 millones, pero su margen bruto se incrementó un 18% hasta 26.161 millones. Teniendo en cuenta solo el negocio en España, la mejora es aún más notable. Su ratio de eficiencia bajó en 4,8 puntos porcentuales, desde 39,4% hasta 34,6%.
CaixaBank también recuperó terreno. El banco redujo su ratio de eficiencia en 3,5 puntos desde 42,7% hasta 39,2%, cuando su reto era bajarla desde el 58% al 48% en el marco del plan estratégico 2022-24. Pero en la nueva hoja de ruta para el próximo trienio, presentada este martes, bajó ligeramente el listón, al estimar una eficiencia ligeramente por encima del 40%.
Aceleración del negocio
En un entorno de tipos a la baja, uno de los pilares de su estrategia consiste en apretar el acelerador en la generación de negocio para compensar la reducción de los márgenes. De hecho, proyecta crecer al 4% anual en las principales rúbricas de actividad, crédito y recursos de clientes. Ahora bien, mantener los costes bajo control frente a la necesidad de fomentar las inversiones, sobre todo en tecnología, no es baladí. De ahí que el banco se comprometiera a inyectar 5.000 millones en digitalización e innovación, 1.000 millones extra a sus planes habituales, además de contratar 3.000 personas menores de 35 años para renovar sus canales y simplificar sus aplicaciones.
Toda la gran banca mejoró su eficiencia desde el año pasado, pero la entidad que más logró fue Unicaja, al bajar su ratio en 3,6 puntos hasta el 44,5%. Eso sí, partía de una posición más desfavorable con respecto a sus competidores y, aunque poco a poco va cortando la brecha, sigue siendo el banco español cotizado con una eficiencia más alta.
Por delante del banco presidido por José Sevilla, y en el penúltimo puesto entre los seis bancos cotizados, se quedó Santander, al cerrar septiembre con un 41,7%, lo que implica una mejora de 2,3 puntos porcentuales frente al año pasado. Fue su mejor cifra en 15 años, gracias a la transformación del grupo, que le está permitiendo limitar el crecimiento de los costes por debajo de la inflación.
La entidad presidida por Ana Botín ya se ha situado ampliamente por debajo del objetivo del 42% que se había marcado para este año. La entidad está en un proceso de rastreo de los puestos duplicados o en ubicaciones que no son las adecuadas para alcanzar sus objetivos estratégicos, además de seguir reduciendo su oferta de productos, tras reorganizar su negocio en cinco unidades globales el año pasado.
Tres de los seis bancos cotizados ya gozan de una eficiencia por debajo del 40%. Pero el mantenimiento de esos niveles en los próximos trimestres no es algo que el mercado da por hecho, ya que el margen de intereses, que constituye una parte importante de los ingresos de los bancos, se verá probablemente estrechado. Para seguir exhibiendo fortaleza, la gran banca apuesta por el tirón del crédito y de las comisiones. Pero esa estrategia no asegura una mejora de la eficiencia.
Según Johann Scholtz, analista de Morningstar especializado en banca, unos ratios de eficiencia estables en los próximos trimestres serían un buen resultado para los bancos españoles. "Creemos que el crecimiento de los ingresos ha tocado techo, ya que la bajada de los tipos de interés ejercerá presión sobre los márgenes. Por otro lado, aunque el aumento del margen de intereses ha impulsado gran parte de la mejora de la eficiencia, no deberían ignorarse las mejoras de productividad derivadas de la digitalización", agregó.