
La opa de BBVA sobre Sabadell llega al Congreso. El Grupo Parlamentario ERC ha presentado una proposición no de ley para alertar a "las instituciones europeas de los efectos nocivos sobre la competencia" que implicaría, en su opinión, la integración del banco catalán en el grupo vasco. Esta iniciativa, con la que busca aliados para respaldar una denuncia que ya anunció que haría la Generalitat liderada por Pere Aragonés, obligará a los grupos parlamentarios a tomar partido en la operación.
La opa de BBVA ha recibido el rechazo frontal en Cataluña tanto por parte de las asociaciones empresariales, que temen una limitación al crédito por los propios ajustes que tienen lugar con las fusiones bancarias, como por parte de todos los partidos políticos en la región. El Gobierno ha avisadoa través del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que vetará la fusión, aunque la opa resultase exitosa desde que se formuló, dejando en el aire las sinergias que hacen más rentable la operación.
Y en la reciente reunión anual del Cercle d'Economia, que aglutina a las fuerzas económicas en la región, también fijó posiciones en contra el presidente del PP y líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, expresando dudas sobre la operación. "Hay que tener razones muy poderosas para autorizar una fusión", afirmó. El PP catalán fue incluso más contundente.
La operación se ha tropezado con una contestación poco común desde su origen. La rechazó el consejo de administración de Sabadell, al considerar que infravalora el potencial del banco y que solo puede rentar más para sus inversores, y el propio ministro de Economía anticipó la posición del Ejecutivo la víspera misma de que el BBVA la lanzase. El banco decidió seguir adelante, convencido de que el Gobierno acabará viendo las bondades de la transacción y de que su no inicial estaba influenciado por plantearse en plena campaña electoral en Cataluña.
Complejo apoyo
La proposición no de ley, presentada por ERC el pasado día 22 y ya admitida en la Cámara Baja, se debatirá con el escenario electoral cerrado, al concluir la última cita el próximo domingo 9 con los comicios europeos.
El apoyo puede, sin embargo, complicarse porque ERC ha aprovechado la iniciativa para colar la demanda de que el Banco de España otorgue ficha a l'Institut Català de Finances para que opere en Cataluña como banco público, una de las reivindicaciones históricas de la Generalitat que no ha logrado llevar a cabo, pero que parecía aparcada tras la última negativa del Banco de España, en 2022.
Con todo, BBVA argumentó la formulación de la opa desde el origen en que su misión es crear valor y optimizar su capital y resulta complementario a Sabadell (reforzaría su peso en España, con una significativa presencia en pymes, diluyendo el de México y el de Turquía).
El banco ha puesto ya en marcha la maquinaria con la solicitud de todos los permisos necesarios a la CNMV, CMNC y el BCE, así como a otras autoridades financieras fuera de España. BBVA estimó en hasta 6-8 meses la duración del proceso, pero la complejidad de los análisis por parte, sobre todo, de la CNMC podrían ampliar el plazo a bien entrado 2025.
La región de la UE con la mayor concentración
ERC utiliza datos de la Autoritat Catalana de la Competencia en apoyo de su iniciativa. En la Proposición no de Ley expone que los dos primeros bancos (CaixaBank y el grupo que surgiría de aunar BBVA y Sabadell) elevaría al 80% la cuota, convirtiendo a Cataluña en el mercado de la Unión Europea "con un nivel más elevado de concentración bancaria".
En 2022 solo cuatro entidades financieras acumulaban ya en la región en Barcelona, Tarragona y Girona el 90% del total de cuota de mercado en términos de oficinas bancarias.