Banca y finanzas

BBVA lanza la opa sobre Sabadell con la solicitud formal a la CNMV

BBVA da un paso más en la ofensiva para hacerse con Sabadell. El grupo presidido por Carlos Torres ha presentado este viernes la aprobación formal a la operación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), con lo que pone en marcha el proceso efectivo buscando atraer a accionistas de Sabadell con, al menos, el 50,01% de su capital en propiedad.

Tras el anuncio de la oferta, pese al rechazo frontal del consejo de Sabadell, y el registro ahora de la notificación se abre un periodo donde el banco deberá recabar las autorizaciones preceptivas del Banco Central Europeo (BCE) y de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), previas a que la propia CNMV verifique el folleto y lo autorice.

El supervisor de los mercados cuenta ahora con siete días, prorrogables, para admitirlo a trámite y el folleto de la operación no se aprobará hasta que disponga de las anteriores autorizaciones.

Se trata de un proceso que BBVA estima que comprometerá unos seis meses, durante los que debe llevar además la operación a una junta de accionistas extraordinaria para que aprueben la ampliación de capital que sería precisa para atender el canje accionarial.

Cuando la CNMV apruebe la operación, se abrirá el proceso de adhesión, y debería completarse en un máximo de 70 días.

BBVA ofrece a los inversores un título de nueva emisión por cada 4,83 acciones de Sabadell, la misma oferta que su consejo de administración rechazó por considerar que infravaloraba al banco y que tenía capacidad de generar mayor rentabilidad de manera independiente.

OPA condiciona a la aceptación del 50%

En su origen valoraba al banco catalán en unos 12.000 millones y BBVA asegura que será su mejor propuesta económica por incluir una prima del 30% sobre la cotización de ambos bancos la víspera de filtrarse su interés por el catalán y del 40% sobre la cotización de Sabadell en abril pasado. Para que prospere está condicionada a alcanzar más del 50% de aceptación de los accionistas, y si lograse la adhesión total sus accionistas controlaría un 16% del nuevo grupo.

El grupo vasco recabará autorización a un amplio abanico de autoridades por los negocios que ambas entidades tienen en diferentes geografías, aunque no condicionarán la aprobación de la opa. Solicitará el permiso preceptivo a la Prudential Regulation Authority de Reino Unido por la filial TSB de Sabadell; y a las autoridades de defensa de la competencia en Francia y Marruecos por las oficinas de representación y sucursales ubicadas allí. No requiere autorización, aunque lo había previsto en un inicio, en la Florida Office of Financial Regulation por la sucursal de Sabadell en EEUU; ni de la Reserva Federal (FED) o del New York State Department of Financial Services.

Sí debe tener el plácet del BCE, del que se espera que no obstaculice la operación porque su análisis se centrará en la solvencia del grupo resultante y garantiza la estabilidad financiera, además de autorizar la compra de los diferentes negocios de Sabadell por parte de BBVA como sus filiales en México, Bahamas o Cuba.

La CNMC ya ha advertido que se expone a medidas similares a las que tuvieron que asumir CaixaBank al integrar Bankia y Unicaja con Liberbank. Básicamente les pidió no abandonar localidades donde quedaban como único banco y mantener condiciones favorables en servicios y productos durante tres años en otros municipios para evitar problemas de competencia, además de realizar algunas desinversiones en empresas de pagos como Bizum o Redsys.

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