
La subida de tipos de interés que comenzó el Banco Central Europeo (BCE) hace más de un año tiene una cara y una cruz para los bancos españoles. Si bien ha aupado los balances de la banca impulsando el margen de intereses al alza, también se ha convertido en un lastre en lo que a las carteras de deuda pública se refiere, pues estas fueron adquiridas por gran parte de las entidades con rentabilidades muy por debajo de las que marca el mercado en estos momentos. En este sentido, las entidades españolas estarían dejando de ganar más de 3.000 millones de euros –faltan los datos de tres de las diez entidades más importantes– a través de este tipo de inversiones en una posición optimizada, tal y como recoge el informe El Pulso de la Banca de Alvarez&Marsal publicado ayer. Además, las pérdidas potenciales de esta cartera llegaría en algunos casos a rozar el 7% en el ratio de capital.
En concreto, y de acuerdo con la información que provee A&M, en términos absolutos la entidad que más ganancias no conseguidas sufriría con su cartera de inversión en deuda soberana sería CaixaBank, con 1.625 millones de euros. Y es que la entidad catalana tiene una cartera de casi 80.000 millones de euros con una rentabilidad media del 1,28%. Esta cifra choca con la que ofrece ahora mismo el mercado, que se coloca en el entorno del 4%. En el caso de que tuviera que vender la cartera –algo poco probable dada la situación del mercado y las entidades españolas–, la pérdida sobre el ratio de capital (CET) sería del 3,21%, señalan desde la consultora financiera.
En el lado contrario, la que tiene una rentabilidad mejor en su cartera de deuda soberana es BBVA, con un 3%. Ese punto hasta las cifras con las que cuenta el mercado supondrían 210 millones de euros en beneficios no apuntados y su venta en caso necesario apenas supondría un impacto sobre las ratios de capital del 0,11%.
Santander, Abanca y KutxaBank no desglosaron la rentabilidad media de sus carteras a cierre del primer semestre del año, por lo que este ejercicio en el que se calcula las ganancias en caso de que estuvieran optimizadas no es posible.
Las entidades medianas
Entre las entidades más pequeñas destaca el caso de Unicaja e Ibercaja. La última de ellas es la que tiene su cartera a una rentabilidad más baja de entre las entidades que dan datos (0,83%). Con 10.799 millones de euros en este porfolio, las ganancias no conseguidas ascenderían a 258 millones, pero el impacto en caso de tener que llevar a cabo su venta en este momento la pérdida sería de un 6,95% en el ratio de capital.
La antigua caja malagueña, por su parte, cuenta con una cartera de deuda soberana de 26.605 millones de euros con una rentabilidad media del 2,35%. Este porcentaje supone, frente a la rentabilidad del 4% del mercado, dejar de ganar 300 millones de euros y unas pérdidas potenciales del 4,11% sobre el ratio de capital.