
El Banco Central Europeo (BCE) debería decretar la semana que viene su primera pausa en más de un año en las subidas de tipos de interés y una razón poderosa para ello es lo que está ocurriendo al otro lado del Atlántico. Así opina el gobernador del Banco de España y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, Pablo Hernández de Cos.
En una entrevista publicada este lunes por el Financial Times, De Cos insiste en su mensaje enviado las últimas semanas de que el BCE debería mantener este nivel de tipos durante un tiempo (el tipo principal de refinanciación ya está en el 4,5%, máximos de 2001) y no proceder con más alzas. La novedad en esta ocasión es que ha señalado al mercado de bonos del Tesoro de EEUU como una razón poderosa para que el eurobanco no vuelva a mover la manivela de los tipos al alza.
"El reciente aumento de los tipos de interés a largo plazo no está relacionado con factores internos, como los cambios en las expectativas del mercado sobre la inflación de la zona euro", ha declarado De Cos en referencia a los aumentos en los costes de endeudamiento de los gobiernos. "Más bien, ha sido impulsado por la dinámica del mercado estadounidense".
El reciente y vertiginoso aumento de los rendimientos de los bonos soberanos de EEUU, con la nota a 10 años (T-Note) llegando a coquetear con el 5% y registrando niveles no vistos desde 2007, se ha notado en todo el mundo, incluida la Eurozona. Según De Cos, la caída del mercado de deuda pública estadounidense ha provocado un aumento del coste del crédito al otro lado del Atlántico.
"La reciente inestabilidad en el mercado de bonos de EEUU se atribuye a preocupaciones sobre el aumento en la oferta y la disminución de la demanda de bonos del Tesoro. Esto se debe en gran medida al pronóstico de que la relación entre la deuda federal y el PIB de EEUU superará el 100% en 2025. Este incremento en la deuda federal resultará en un déficit creciente que deberá ser financiado a través de emisiones de bonos del Tesoro. Sin embargo, existe la preocupación de si los compradores hasta ahora insensibles al precio terminarán también por retirarse del mercado, lo que podría ocasionar un aumento en el coste de emitir dólares con intereses y un problema de credibilidad en el gobierno de EEUU", explica Javier Molina, analista de eToro.
El gobernador del Banco de España considera que este aumento visto en los rendimientos de los bonos soberanos europeos fortalecerá la evaluación del mes pasado por parte del BCE de que "mantener el nivel actual de tipos durante un período suficientemente largo será ampliamente consistente" con el objetivo de inflación del 2% "a medio plazo". Cabe recordar que De Cos es uno de los miembros dovish (partidarios de una política monetaria menos restrictiva) en el seno del BCE.
Desde la reunión del BCE el pasado mes de septiembre, los mercados de bonos se han vendido fuertemente, elevando los rendimientos de los bonos a 10 años de muchos países de la eurozona a su nivel más alto en más de una década, a pesar de una recuperación parcial en la última semana.
"Tenemos un endurecimiento adicional de las condiciones financieras", ha insistido De Cos, añadiendo que la economía de la eurozona ya estaba estancada y que la guerra entre Israel y Hamas "ciertamente no ayudará a impulsar la confianza, el consumo o la inversión". "Nuestra evaluación de septiembre de que el nivel de los tipos de interés ahora era apropiado es aún más válida hoy", ha enfatizado.
En la última encuesta a economistas de Bloomberg, el consenso apunta a que el BCE no procederá con los recortes de tipos hasta septiembre de 2024, lo que sugiere que el mensaje de las autoridades de que los recortes no se producirán pronto está calando. Esta encuesta difiere de la inmediatamente anterior, en la que se contemplaba un primer recorte para marzo de 2024.
También de cara a la reunión del BCE del próximo 26 de octubre y la posibilidad de que en ella se discuta alguna posible aceleración del repliegue del programa de compras de bonos soberanos por la pandemia (PEPP), De Cos ha llamado a tener "precaución".
Consolidación fiscal en 2024
Preguntado por la preocupación de que los mayores costes de endeudamiento impacten con gravedad sobre países con altos niveles de deuda, con el caso de Italia una vez más en el foco, De Cos ha subrayado la necesidad de que los gobiernos comiencen a reducir los déficits el próximo año. "La consolidación fiscal debería comenzar en 2024", ha dicho.
En el caso interno de España, con una deuda del 113% del producto interno bruto (PIB), la cuarta más alta entre los países de la eurozona, De Cos ha destacado la necesidad de que el futuro gobierno construya un acuerdo entre partidos en torno a un plan para reducir el déficit, impulsar el potencial de crecimiento del país y reducir el desempleo, que ha caído drásticamente, pero sigue siendo el más alto de la UE.
"Para que estas reformas estructurales y el proceso de consolidación fiscal tengan éxito, las medidas de política deben ser de carácter permanente", ha afirmado, reseñando que es "esencial que el diseño, la aprobación y la implementación de estas medidas estén respaldados por una fuerte política de consenso".
Por último, si bien el gobernador del Banco de España hace una evaluación sombría del crecimiento de la eurozona, ha dado varias razones por las cuales la economía española tendrá un desempeño superior: el banco central espera una expansión del 2,3% este año y cerca del 2% en los próximos dos años. Eso se compara con las previsiones del BCE de un crecimiento de la eurozona del 0,7% este año, del 1% el próximo año y del 1,5% en 2025.
Sobre el papel, ha explicado De Cos, unos tipos más altos afectarían más rápidamente a la economía española, porque alrededor del 70% de las hipotecas del país son a tipo variable y no fijo. Pero este ha visto compensado por la menor dependencia de España de un sector manufacturero en dificultades y por el mayor impulso del turismo. Asimismo, ha añadido, el gasto de los hogares españoles también se ha visto impulsado por una caída de la inflación más rápida que en otros países de la eurozona y por la caída del desempleo. Una "diferencia clave" con el resto de la región, ha apostillado, es que los aumentos salariales relativamente bajos harían que las exportaciones españolas fueran más competitivas.