
La guerra de depósitos sigue congelada. La consultora Alvarez&Marsal, a través de su informe El Pulso de la Banca, deja claro que no espera grandes movimientos en este campo. "Por necesidad de liquidez estructural no existe esa presión de captación de depósitos", señalan desde la compañía, que recuerda que estos niveles siguen muy altos en la banca nacional. "La única presión es la que puedan ejercer los clientes", admiten, recordando que actualmente el sistema está generando unos 6.000 millones de euros de nuevos depósitos al mes.
Con estas cifras, el mix de ahorro entre cuentas y depósitos estaría lejos de alcanzar las cifras de la última gran subida de tipos y se quedará, de acuerdo con sus cálculos, en un entorno del 35 al 45% en un plazo medio de seis años. Esta cifra estaría hasta quince puntos por encima de los números que entonces se alcanzaron y que situaban el mix en un 50/50 entre depósitos y cuentas corrientes.
"El cliente empezará a pedir remuneración, pero no necesariamente depósitos", admiten, al tiempo que recuerdan que en los últimos años los bancos han añadido a sus carteras numerosos productos fuera de balance, que van desde fondos de inversión a seguros, y otros de terceros, como pueden ser las letras del tesoro, que dan rentabilidades más altas que las que pudiera ofrecer un depósito al uso.
Así, en la actualidad, existen productos a los que llaman depósitos pero que por su naturaleza son más una cuenta corriente remunerada. Es el caso de aquellos que permiten la retirada anticipada del dinero. "Las entidades grandes están ofreciendo productos como depósitos que en realidad son mixtos".
Así, las cifras de beta de depósitos -porcentaje de la subida de tipos de interés que se traslada a la remuneración del ahorro- estaba a cierre del segundo trimestre, de media, en el 10% en nuestro país. Este porcentaje contrasta con el 20% de media de la Unión Europea o el 30% en Estados Unidos, pero sobre todo con el 40% de las entidades de Reino Unido, que se llevan el mayor traspaso.