
BBVA agiliza al máximo la apertura de cuentas por parte de las empresas en otros países, uno de los pasos más críticos cuando una compañía se establece en nuevos mercados, simplificando procesos y eliminando burocracia.
"Apostillas de la Haya, traducciones juradas o firma presencial son algunos de los requisitos habituales para expandirse a otros países, que hemos conseguido reducir en un 70% con nuestro servicio pionero de Fast-Track", explica Carlos Espejo, responsable Global de Cross-Border, Banca de Empresas y Corporaciones en BBVA.
"De este modo, hemos acortado significativamente el tiempo necesario para que una empresa complete los trámites de puesta en marcha de una nueva filial, un proceso que en otras condiciones se puede llegar a extender un año", agrega el directivo.
Su agilización, hasta poder ofrecer una apertura casi exprés, es viable por el modelo de atención implantado en la Banca de Empresas y su propia estructura. Esta unidad cuenta con gestores locales en cada uno de los países donde está presente la compañía, que trabajan directamente con un gestor global, que actúa de interlocutor principal del cliente, y se apoyan además en un coordinador internacional, especializado en cubrir las necesidades transfronterizas.
Esta red, integrada en conjunto por más de 2.500 profesionales, permite así que el empresario o empresa trabaje con un solo proveedor financiero global, con independencia de los países donde opere, y agiliza al tiempo la respuestas financieras locales, sean para abrir una cuenta, acceder a financiación o salir a bolsa en mercados distintos al país de origen de la matriz.
"Como ejemplo de la agilización de los procesos, BBVA facilita el interlocutor más adecuado a las necesidades de la empresa en cualquier país, en 24 horas", refiere Espejo. "Nuestro objetivo -agrega- es que sientan que están operando con un único banco global en vez de trabajar con distintos bancos locales en cada país".
Desde la Banca de Empresas, el banco atiende a cualquier compañía a partir de 5 millones de euros facturación, salvo las grandes multinacionales que son atendidas desde el área mayorista o Corporate Investment Banking (CIB).
Los más de 2.500 gestores de la unidad coordinan la actividad financiera de más de 120.000 filiales de grupos empresariales en 14 países: Argentina, Bélgica, Colombia, España, Francia, Holanda, México, Perú, Portugal, Reino Unido, Rumania, Turquía, Uruguay y Venezuela.
El volumen de negocio de Banca de Empresas crece a "un doble dígito anual" gracias a esta aproximación de banco internacional, con productos y servicios que dan soporte a las compañías en su expansión a mercados extranjeros ayudándoles a reducir los riesgos asociados a la internacionalización. La unidad es, de hecho, y según el banco, "uno de los segmentos con mayor impacto en la velocidad de crecimiento del Grupo BBVA".
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