Banca y finanzas

La banca eleva un 42% la captación en depósitos pese a la baja retribución

  • El saldo gestionado escala de 88.366 a 125.700 millones desde que el BCE empezó a subir tipos
  • Familias y empresas mueven 166.317 millones a imposiciones y con renovaciones hasta mayo

El ahorro más conservador, que durante años se ha ido acumulando en cuentas a la vista por falta de remuneración en depósitos, ha dejado atrás esta tendencia y vuelve a buscar imposiciones a plazo. Las familias y empresas contrataron depósitos por 166.317 millones de euros entre enero y mayo a pesar de su todavía baja rentabilidad y cuando las grandes entidades ni siquiera han recuperado el producto en sus escaparates para la generalidad de los clientes. La cifra supera en un 140,33% los 69.203 millones registrados durante el mismo periodo del año pasado y resulta preciso retroceder al ejercicio 2016, cuando aún no había estallado la crisis financiera, para encontrar volúmenes superiores en términos de contratación.

Las estadísticas del Banco de España no depuran qué proporción de este dinero supone aportación a depósitos procedente de otros productos o de ahorro nuevo y qué otras cuantías son fondos que simplemente se mueven de una imposición a otra o son meras renovaciones en depósitos de plazos muy cortos, pero la evolución constata la inquietud del cliente por sacar el máximo provecho a sus recursos.

Con esta voracidad, el saldo final gestionado por parte de la banca en depósitos aumentó un 42,33%, hasta los 125.773 millones, desde los 88.366 millones que hogares y empresas tenían en junio pasado antes de que Banco Central Europeo (BCE) comenzase a subir los tipos de interés para meter en cintura la inflación. O lo que es lo mismo, el dinero final embalsado en depósitos ha engordado en más de 37.400 millones desde que el tipo negativo quedó atrás.

Excedentes de tesorería

Buena parte del movimiento de dinero se explica en el trasvase de liquidez que están realizando las empresas desde otros instrumentos. La banca gestionaba en mayo 45.746 millones en depósitos corporativos, más del doble de los 20.262 millones de doce meses atrás.

Sin embargo, el dinero que se ha transferido a estos productos y entre ellos multiplica ese stock ya que las empresas han contratado y renovado imposiciones por valor de 120.159 millones durante los primeros cinco meses del año frente a los 45.620 millones del periodo equivalente en 2022.

La diferencia entre movimientos de liquidez y el saldo final obedece a la elevada transaccionalidad que necesitan las compañías por tratarse de sus puntas de tesorería para pagos, por ejemplo, de nóminas o proveedores, lo que les obliga a contratar a plazos cortos (de días, semanas o pocos meses).

La inflexión fue radical a partir del pasado verano cuando la banca dejó de cobrarles por las imposiciones después de tres años (les repercutían parte o toda la tasa que el BCE aplicaba a su vez a las entidades financieras por custodiarles la liquidez excedentaria). Se trata de un recargo que llegó a alcanzar un 0,3 ó 0,5% en algunos casos y que desaparece poco antes de la primera subida de tipos por parte del organismo liderado por Christine Lagarde el 22 de julio del año pasado.

Hoy las entidades financieras remuneran ya sus puntas de tesorería con un tipo medio del 2,80%, con datos de mayo pasado, cerca del 2,95% medio ofertado por depósitos a las compañías en la zona euro.

Un 1,65% para el hogar

La situación difiere en los hogares, donde la gran banca se resiste a lanzar depósitos remunerados y prescriben otras alternativas como fondos garantizados o con rentabilidad objetivo argumentando que es mejor producto para el ahorro finalista y a largo plazo.

Las imposiciones remuneradas apenas las ofertan de manera selectiva a sus mejores clientes y a usuarios que quiere fidelizar -en banca privada pagan más del 3,5% en saldos superiores al millón de euros-. También forman parte de campañas masivas de captación de nuevos clientes y sus nóminas, limitando en la mayoría de los casos los saldos remunerables.

El depósito tradicional abierto a contratación del gran público, sin compromisos de ser nuevo usuario o domiciliar salarios, apenas figura en escaparates de la banca online, fintech, filiales de entidades extranjeras o bancos foráneos que comercializan sus productos de manera digital o con plataformas europeas como Raisin.

Las estadísticas del Banco de España solo contabilizan la actividad en España de entidades nacionales y de filiales o sucursales radicadas de grupos europeos, quedando fuera aquellas otras extranjeras que son las que mayores ganchos presentan, en algunos casos cercanos al 3,5 ó 4% en plazos de doce meses.

Según el Banco de España, el interés medio que se paga en España por el dinero fresco a las familias ascendió al 1,65% en mayo mientras que el precio del dinero en Europa alcanza el 4% y el euríbor cotiza por encima de esa barrera.

Con todo, los datos del supervisor reflejan que el saldo de las familias en depósitos se ha disparado igualmente desde los 23.583 millones de mayo del pasado año a 46.158 millones doce meses después y los ciudadanos han contratado estos productos y renovado o cambiado posiciones entre imposiciones así por valor de 80.027 millones.

La baja remuneración ha sido objeto de críticas del Gobierno y denuncia por parte de asociaciones de consumidores. La vicepresidenta económica del Ejecutivo, Nadia Calviño, ha encomendado, incluso, un estudio a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y ha abierto, incluso, la puerta a realizar ajustes en la norma para forzar su oferta.

Salen 71.100 millones de cuentas

La pandemia del Covid empujó a familias a economizar y a las empresas a acopiar una liquidez que, en gran medida, se guardaba en cuentas a la vista sin remuneración alguna.

Su hucha conjunta alcanzaba en junio del año pasado un récord de 1,227 billones de euros (929.793 millones propiedad de los hogares y 297.457 millones de compañías), que ha ido menguando desde que el BCE comenzó a subir tipos. A finales de mayo pasado, el saldo rozaba los 1,156 billones, con un descenso de 71.094 millones en el periodo. 

El giro en política monetaria del BCE ha incentivado el trasvase de parte de la liquidez a depósitos y otros productos con remuneraciones garantizadas, y además los hogares están echando mano de la hucha para acelerar la amortización de hipotecas y mitigar el impacto de la subida del euríbor.

En depósitos, la banca ofrece un tipo medio del 1,65% a hogares y el 2,80% a empresas frente al 2,46% y 2,95% con que remunera la banca de media a ambos clientes.

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