Banca y finanzas

Abanca baja el 'pay out' al 25% para acopiar hucha y realizar compras

  • Su beneficio crece un 41% sin el efecto fusión por la integración de Bankoa y NovoBanco

Abanca quiere ganar más dimensión vía compras y acopiará hucha para tener munición cuando encuentre las oportunidades. La entidad, que en 2022 mejoró un 40,7% el beneficio sin incluir los efectos de la fusión de NovoBanco y Bankoa, va a reforzar su volumen de recursos propios sacrificando el dividendo que distribuye al grupo. Bajará este año el pay out o proporción del resultado que distribuye entre los accionistas al 25% desde el 40% actual.

Está a punto de sellar su octava adquisición desde 2015, con la compra a Credit Mutuel de Targobank, a "contracorriente del mercado", explicó su presidente, Juan Carlos Escotet.

Aseguró que no tiene ninguna operación adicional sobre la mesa ni previsión "a corto plazo" al ser preguntado por la opción del Eurobic luso o la posible venta de Novo Banco en Portugal, aunque admitió el interés por el país.

"Portugal sigue siendo un mercado estratégico, tenemos apetito de seguir creciendo en Portugal", elaboró, con la explicación de que que "es una forma de diversificar la operación ibérica" y el conjunto de su "macroeconomía" va, incluso, "mejor que en España". 

Aunque repitió en varias ocasiones que no tiene nada a corto plazo, dejó claro que bajan el pay out "para fortalecer nuestra capacidad de afrontar operaciones de alto valor", convencido de que el proceso de consolidación está inacabado. El banquero reconoció que Abanca tiene mayor apetito por operaciones de gran tamaño, donde pueden obtener sinergias, y por eso las ha intentado en el pasado sin éxito pero no desprecia ninguna. 

La anexión de Targobank reforzará especialmente su presencia en Madrid y en el arco mediterráneo, y le permitirá superar los 111.000 millones en volumen de negocio. No anticipa su valoración, aunque prevé cerrar la compra en la segunda quincena de febrero y completarla en la segunda parte del año. 

Su declaración de intenciones la formuló durante la presentación de resultados de 2022, cuyo resultado crece casi un 41% sin tener en cuenta los fondos de comercio negativos que generó la integración de NovoBanco y Bankoa. Si se incluyen dichos extraordinarios, la cuenta cae un 32%. 

El resultado se apoya en crecimientos del negocio, el control del coste del crédito y Escotet subrayó que un 94% se construye con el negocio bancario con clientes frente al 89% del ejercicio previo. 

En el último ejercicio, Abanca ha captado 110.000 nuevos clientes, la mayoría fuera de Galicia, "un récord histórico", según Escotet y el consejero delegado del banco, Francisco Botas.

En financiación, el negocio en hipotecas aumentó un 0,8%, el 11,7% en crédito al consumo y el 17,5% en formalizaciones con pymes y autónomos, con la morosidad limitada al 2% y una hucha de provisiones que cubre al 83,2% los dudosos. La tasa de adjudicados sobre balance es del 0,3%.

En márgenes y en el contexto de avance de tipos, el margen de intereses aumentó un 14,2% y mejoró un 9,4% los ingresos por prestación de servicios, gracias especialmente al empuje en la venta de seguros (crecieron un 11%) y la aportación de los servicios de cobros y pagos (+16,9%).

Los costes también contribuyeron a la cuenta, con una evolución inferior a la de los ingreso pese a los costes asociados a la integración de Novo Banco, que le permitió situar el ratio de eficiencia en el 67,7%.

La entidad prevé "incrementar su relevancia en el mercado bancario ibérico" manteniendo la calidad de sus activos, alcanzar una rentabilidad "superior al 12%" y mantener un ratio de capital CET1 de "el entorno del 13%". El ratio de capital total se sitúa en el 16,4%, un colchón de 1.400 millones sobre requisitos regulatorios o exceso de capital.

Recurrirá el impuesto

Cuestionado sobre el impuesto con el que el Gobierno persigue recaudar 3.000 millones de euros con cargo a la banca, Escotet adelantó que Abanca tendrá que pagar "casi 50 millones" y lo va a recurrir. 

A su juicio, es una figura tributaria "claramente anticonstitucional", de aplicación, además, "dispar intersectorial" porque sitúa a la banca "en desventaja" y puede perjudicar a la disponibilidad de financiación. "No sólo tiene efectos en la aplicación de mayor volumen de crédito que, para un año como este será especialmente relevante, sino que además nos aleja de las mejores prácticas europeas y nos pone en desventaja dentro de nuestro propio sector", lamentó. 

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