
El Gobierno estudia gravar con un tipo próximo al 5% los ingresos generados por la banca en el margen de intereses y comisiones para recaudar 3.000 millones de euros en dos años para costear medidas sociales desplegadas para ayudar a los colectivos vulnerables a encarar la situación creada por la guerra de Rusia.
Fuentes oficiales precisaron que es una de las opciones sobre la mesa en las conversaciones también con el socio de coalición Unidas Podemos.
El tributo, adelantado ayer por El País, se asemejaría al gravamen sobre primas de seguros, que el Ejecutivo subió desde el 6% al 8% en los Presupuestos Generales del Estado para el 2021. Su adopción cobra relieve frente a la idea de subir el impuesto de sociedades porque la banca cuenta con una importante hucha de activos fiscales diferidos (DTAs por sus siglas en inglés) que podría presentar para reducir la factura fiscal final.
El anuncio del impuesto lo realizó el martes pasado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso, para sorpresa del sector financiero que ha advertido sobre el riesgo de fijar tributos que no existen en otros países de Europa y el negativo efecto que podría tener sobre el consumo, la inversión y recaudación.
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha convocado al sector el próximo viernes para detallar la nueva figura. A la reunión está previsto que acudan el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos; los máximos representantes de las patronales (AEB, CECA y Unacc) y al menos, los máximos ejecutivos del Banco Santander, BBVA, CaixaBank y el Sabadell.
Se espera que en el encuentro, Calviño exponga las razones para fijar el tributo y emplace al sector a evitar su traslación al consumidor, y desde las entidades financieras compartan a su vez las inquietudes sobre las repercusiones del impuesto.