El New York Times ha accedido y diseccionado las distintas declaraciones de la renta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Según señala el rotativo, éste pagó solo 750 dólares en impuestos federales sobre la renta en 2016, cuando ganó las elecciones presidenciales. En su primer año en la Casa Blanca, desembolsó otros 750 dólares.

El martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su contrincante demócrata, Joe Biden, se enfrentarán cara a cara en el primer debate presidencial desde la Case Western Reserve University en Cleveland, Ohio. Un esperado encuentro que llega marcado no solo por las creciente tensiones raciales y la inmediata resaca dejada por la nominación de la magistrada Amy Coney Barrett a la vacante de Ruth Bader Ginsburg en el Tribunal Supremo sino también por el impacto económico y social del coronavirus.

La recuperación en Estados Unidos pierde impulso y sin más estímulos en el horizonte la actividad económica se desinflará en el último trimestre del año. Esta semana, Goldman Sachs redujo a la mitad, del 6% al 3%, sus perspectivas de crecimiento para el PIB en los últimos tres meses de 2020 ante la falta de consenso en el Capitolio. JPMorgan ha hecho lo propio rebajando hasta el 2,5% sus proyecciones mientras desde Citi consideran que sin un nuevo flotador fiscal, el impulso económico borrará entre 1 y 3 puntos porcentuales.

Gran parte de la actividad en el mercado de las salidas a bolsa en lo que llevamos de año en Estados Unidos, alrededor del 40%, está impulsada por las denominadas empresas de adquisición con un propósito especial (SPAC, por sus siglas en ingles).

La carrera por encontrar una vacuna contra la COVID-19 continúa pero en Estados Unidos los cruces entre el presidente Donald Trump y los demócratas han generado una profunda desconfianza entre los ciudadanos. De hecho, una nueva encuesta pone de manifiesto como los estadounidenses se están volviendo cada vez más reacios a ponerse una vacuna tan pronto como esté disponible.

El cruce de factores suscitados a partir de la pandemia del coronavirus, que incluyen desde la política ultra-acomodaticia de la Reserva Federal, los estímulos fiscales del gobierno y la caza de rendimiento entre los inversores, ha provocado que la emisión de deuda especulativa sobrepase ya los 329.800 millones de dólares.