Europa se arriesga a perder su autonomía alimentaria. Al menos en cuanto al pescado se refiere. Las importaciones extracomunitarias suponen ya más del 71% de todo el volumen que se consume en la Unión Europea y hasta el 78% en términos de facturación. Pero, ¿de donde viene el producto? Según el último informe elaborado por la patronal Fedepesca, el 69% se compra a Estados Unidos, Marruecos y Perú. Y, aunque España es un país eminentemente pesquero, una quinta parte de todo lo que los europeos compramos fuera acaba aquí.