La sonrisa de Julio José Iglesias Preysler es permanente, igual que su impecable comportamiento ante los medios. Está maravillosamente educado desde siempre y sabe cómo comportarse. Su envidiable dentadura nos saluda con la misma cordialidad tanto si la pregunta que le lanzamos es incómoda como si no. Por eso, averiguar lo que opina de verdad sobre un tema nos obliga a escarbar entre sus conversaciones no públicas.