La estadística es una disciplina científica que resulta útil en muchas ocasiones, pero que puede resultar un tanto engañosa si se analiza de forma aislada y sin tener en cuenta otros variables y parámetros. Un buen ejemplo es el del 'milagro estadístico' del país que más rápido crece de todo el mundo. Esta pequeña economía ha pasado en pocos años de tener un PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo inferior al de Venezuela a rozar los niveles de EEUU, uno de los países más ricos del mundo. Aunque el dato es oficial y real, el boom económico de Guyana (un pequeño país situado al norte de Brasil y este de Venezuela que descubrió grandes cantidades de petróleo hace pocos años) no ha supuesto que los ciudadanos de este país vivan igual de bien (en términos de bienestar económico) que los de EEUU, aunque este indicador estadístico diga que sí. El milagro del petróleo ha multiplicado el PIB de esta economía, generando un crecimiento disparatado en algunos indicadores. Sin embargo, la riqueza y los ingresos no son solo cómo se generan, también es relevante cómo se reparten.
