
Aena registró cifras nunca vistas en su historia al cierre del primer semestre del año. En concreto, la gestora aeroportuaria logro un beneficio de 808 millones, impulsado por el tráfico de pasajeros en los aeródromos españoles, que creció un 11,4%, hasta 144,2 millones de viajeros.
Pese a estos resultados, la compañía sufrió un duro correctivo en bolsa en la sesión de este miércoles, con un desplome de la acción de más del 6%. Un castigo que, evidentemente, no se corresponde al desempeño económico de Aena.
El motivo reside en el acuerdo suscrito entre ERC y PSC para investir a Salvador Illa, que arroja más dudas sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat, el segundo en volumen de tráfico gestionado por Aena. El documento firmado entre ambos partidos apunta a un nuevo modelo de gobernanza para los aeropuertos catalanes, que daría más peso en la gestión y en la toma de decisiones al Govern. Así, el texto incluye un "consejo rector aeroportuario" entre la Generalitat y el Estado, que genera incertidumbre sobre la mejora del aeródromo catalán.
No en vano, una de las últimas medidas del Govern en funciones dirigido en solitario por ERC ha sido ensanchar hasta casi duplicar la zona protegida que rodea el aeropuerto. Una actuación que ha merecido el rechazo de la patronal Foment ya que podría bloquear cualquier ampliación. Por si fuera poco, el texto pasa por alto las propuestas para ensanchar la tercera pista de la instalación, la alternativa más viable para dimensionar la infraestructura. Todo ello eleva las dudas sobre la necesaria ganancia de tamaño de El Prat. Una mejora que generaría una inversión de 1.700 millones de Aena y convertiría el aeropuerto catalán en un hub internacional aéreo, lo que atraería inversiones y crecimiento para toda España.