Varias zonas de Estados Unidos llevan semanas sumidas en un temporal extremadamente gélido, con intensas tormentas de nieve o lluvia, fuertes vientos y con temperaturas de hasta 20 grados bajo cero (y sensaciones térmicas mucho menores). Diferentes partes del país se han visto afectados por cortes de luz, cancelaciones de vuelos, cierres de escuelas o accidentes de tráfico, y hasta el momento unas 89 personas han muerto como consecuencia de la primera ola invernal del año.
