El consumo de energía se ha convertido en una de las mayores preocupaciones para los usuarios, por un lado debido al alto precio de la luz, y por el otro por el impacto medioambiental que tiene. Y por desgracia se acaba de descubrir que todas las tareas que le pedimos a la Inteligencia Artificial (IA) consumen muchísima energía, en especial la generación de imágenes, que cada imagen generada equivale a la carga completa de un teléfono móvil.
