Los autónomos tienen que lidiar día tras día con un sinfín de papeleo y burocracia. Cientos de facturas y recibos que se acumulan en un cajón esperando el momento de ser declarados. No obstante, toda esta carga administrativa puede conllevar pequeños errores, olvidos o extravíos que, lamentablemente, pueden ser motivo de que Hacienda interponga una multa.
