La entrada de la viruela ovina en España, en septiembre de 2022, provocó que China, principal comprador de lana nacional, cerrase sus fronteras a este producto. Y a pesar de que el país ya está libre de de esta enfermedad, el gigante asiático aún no ha reabierto sus fronteras. ¿En qué se ha traducido esta medida? En que más de un año y medio después haya toneladas acumuladas en los almacenes, y que incluso no esté cotizando en las lonjas.
