La enésima ola de calor de la semana pasada ha hundido a la población masculina y trabajadora de este país en una desoladora reflexión: por qué no puedo ir a trabajar en pantalón corto. Hasta el próximo mes de septiembre quedan por delante semanas de sudores bajo el pantalón largo, la americana y el zapato. Y mientras tanto, las mujeres ya desfilan con su vestido, la falda o la sandalia. ¡Basta! El jefe o jefa de turno debe saber que los tiempos han cambiado, que el hombre también es elegante (y atractivo) en shorts.