Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

Los famosos recortes de gasto anunciados por Donald Trump han llegado, y son tan ilegales como polémicos. El presidente ha ordenado congelar una parte enorme del gasto público ya previsto por los Presupuestos, algo que el Congreso prohibió y que el Tribunal Supremo declaró inconstitucional cuando Richard Nixon intentó hacerlo hace 50 años. Las partidas afectadas van desde Sanidad hasta Justicia, y demuestran que el nuevo presidente está dispuesto a tensionar la ley estadounidense desde el primer momento.

La tecnología sufre este lunes una tormenta inesperada desde el corazón del sector: la IA china DeepSeek. Esta inteligencia artificial se ha robado el protagonismo en la sesión por ser un código abierto que, según sus creadores, puede competir con chips menos sofisticados, pero más económicos. El anuncio ha golpeado de lleno a una de las principales expectativas de crecimiento del mercado, la IA, poniendo en duda la ventaja de EEUU sobre China y situando en el disparadero a todas las gigantes del sector, que pueden tener que enfrentarse a una rival mucho más competitiva, lo que ha tumbado la cotización de todas las firmas del ramo.

El año 2024 ha sido uno de fuertes contrastes en el sector de los videojuegos. Por un lado, los ingresos mundiales de este negocio siguen creciendo sin parar, y la velocidad a la que lo hacen está volviendo a acelerarse tras el parón post-pandémico. El número mundial de jugadores sigue aumentando, gigantes como Nintendo están cotizando en bolsa en sus máximos históricos, y China, que hasta ahora se había resistido a entrar de lleno en el mercado, ha vivido el mayor pelotazo de su historia, con un juego 'made in China' sobre una leyenda local, Black Myth: Wukong, que ha arrasado en ventas. Sin embargo, muchas de las grandes compañías históricas del sector, desde Sony (fabricantes de la PlayStation) a Square Enix (creadores de la saga Final Fantasy) han sufrido un año para olvidar, con una ristra de fracasos multimillonarios que han conllevado miles de despidos y han puesto en duda su modelo de negocio. ¿Cómo es posible que las grandes superproducciones hayan fracasado de esa forma cuando el sector está viviendo uno de sus momentos dorados?

"Las llanuras de Ucrania son muy planas, y cuando disparas, lo único que detiene las balas son otros cuerpos humanos. Está muriendo gente joven y bella". Esa fue la extraña respuesta que recibió la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, cuando aprovechó la intervención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Foro Económico Mundial de Davos, para preguntarle por sus planes para desregular la economía de EEUU. Antes, los dos se felicitaron mutuamente en uno de los principales eventos económicos del planeta.

Donald Trump ha sacudido el foro de Davos y a los mercados con un mensaje muy claro: culpar a la OPEP de la ola inflacionaria de los últimos años y los tipos altos de interés, y exigirles que bajen el precio de la materia prima de forma inmediata. Un mensaje muy simple y muy directo, que deja sobre la mesa del cártel petrolero la pregunta de qué cómo responder al órdago del presidente estadounidense.

La reina del streaming, Netflix, ha presentado los resultados pertenecientes al último trimestre de su año fiscal 2024. La productora de El Juego del Calamar ha registrado 1.869 millones de dólares en beneficios, el equivalente a 4,27 dólares por acción, batiendo los 4,20 dólares por participación esperados por los mercados. Además, ha obtenido 10.247 millones de dólares en ingresos, un aumento interanual del 16%, batiendo los 10.110 millones pronosticados por los expertos.

El riesgo de tener déficits amplios y acumular deuda es que los mercados pueden perder la confianza en los países, aumentar con fuerza los intereses exigidos por comprar bonos y destrozar los presupuestos, obligando a esos países a aumentar los recortes, subir aún más los impuestos o aumentar el déficit solo para compensar el aumento de esos intereses. Una 'espiral de la muerte' que Ray Dalio, fundador del fondo de cobertura Bridgewater Associates, teme que esté a punto de llevarse a Reino Unido por delante.

Donald Trump sigue dispuesto a usar el arma de los aranceles contra todo y contra todos. En su toma de posesión, ha prometido hasta la creación de una agencia específica, la "Agencia de Ingresos Externos", para administrar todos los aranceles que va a poner: "En vez de poner impuestos a nuestros ciudadanos, pondremos aranceles a los países extranjeros para enriquecernos nosotros". Una medida que preocupa a empresas, mercados y expertos, ya que, en realidad, los aranceles los pagarían los propios ciudadanos estadounidenses, a través de precios más altos. Pero su equipo ha dejado una puerta abierta a evitar el caos: una 'tregua' para llegar a posibles acuerdos, especialmente con China.

El último intento de TikTok para evitar su cierre en EEUU ha fracasado. El Tribunal Supremo ha ratificado por unanimidad la ley que ya aprobó el Congreso y que permite al presidente saliente, Joe Biden, ordenar su cierre este mismo domingo, antes de pasar las llaves de la Casa Blanca a Donald Trump. Todo apunta a que a la red social le quedan 48 horas de vida en EEUU, y que cualquier futuro pasará por una venta de su negocio a una compañía estadounidense. Una situación de la que Trump, siempre obsesionado por los 'grandes negocios', podría sacar provecho, ya que tendría la opción de negociar con China una venta de la red a inversores estadounidenses y tratar de sacar cesiones.

A principios de siglo, el 'big four' que domina el sector de las auditoras era un 'big five'. A las cuatro actuales -KPMG, Deloitte, PwC y EY- se les sumaba Arthur Andersen, fundada en 1913. La firma formó parte del oligopolio hasta que Enron, el mayor fraude empresarial de la historia de EEUU, se la llevó por delante en 2002. Y dos décadas después, una firma quiere resucitarla de forma silenciosa como consultora, de la mano del que fuera el consejero delegado de su gran rival, con una salida a bolsa como objetivo final.