Catedrático de Economía en la Universidad de Nueva York

Es fácil encontrar fallos en la respuesta de EEUU al Covid-19 o, para ser más precisos, en la falta lamentable de una respuesta. Negación, demoras, rencillas políticas internas y errores sistémicos han resultado en más de 100.000 muertes y han profundizado la crisis social y económica. Más de 40 millones de trabajadores –uno de cada cuatro- han solicitado el subsidio de desempleo desde marzo. Ahora, a los norteamericanos les dicen que el país, aunque no está preparado, debería apresurarse a regresar a la “normalidad”.

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