CEO de GesDirección

Próximamente comenzará el periodo de Juntas Generales de Accionistas en 2025, momento de verdad para cualquier empresa y particularmente para evaluar la calidad de nuestros consejos de administración y sus capacidades de gobierno. Cualquier accionista responsable, aprovechará la ocasión para posicionarse sobre las decisiones que ha adoptado el consejo durante 2024.

Un principio que está amplia y pacíficamente admitido por todos los estudiosos del 'management' es que un equipo de trabajo -para que pueda ser de alto rendimiento- requiere de una diversidad suficiente. Esa diversidad puede venir por diferentes factores: conocimientos, experiencias, género, cultura, edad, el tipo de rol que desempeña cada miembro dentro del equipo (como investigador, cuestionador, finalizador…), etc. Dependerá del tipo de equipo que queramos conformar (un comité de dirección, o de trabajadores o consejo de administración, por ejemplo) y de los retos que tiene por delante ese equipo, para que unos factores de diversidad sean prioritarios sobre otros.

Todo un maestro en gobierno corporativo -Miguel Ángel Gallo, profesor de la empresa familiar del IESE- me dijo una frase que me dejó impactado: "el acto más soberano del gobierno corporativo es el cese del primer ejecutivo de la compañía". Me pareció una afirmación muy audaz y le dije: "querrás decir, el nombramiento del primer ejecutivo" a lo que él, apoyándose en su enorme experiencia en innumerables empresas de éxito, me respondió: "Mariano, el cese. Pues cesar al primer ejecutivo significa que el consejo de administración ha hecho sus deberes durante mucho tiempo: con la búsqueda del más apropiado en aquel momento, su seguimiento, evaluación y, además, se anticipa al desajuste que puede producirse entre el plan estratégico de la empresa y el perfil de su CEO".

Recientemente asistí a una jornada de trabajo en la que más de una treintena de presidentes de empresa reflexionaron y debatieron sobre las nuevas tendencias en gobierno corporativo. Los presentes sumaban más de cincuenta consejos de administración y, la mayoría, en empresas cotizadas. Un buen foro para vislumbrar y compartir los retos más esenciales del gobierno en la actualidad.

Opinión

El panorama empresarial español despliega numerosas compañías inmersas en pleno relevo generacional de sus presidencias, y muchas de ellas son firmas notables: Mercadona, Ferrovial, Gestamp, Iberdrola, Acciona, Catalana Occidente, Prosegur, Mango, Pascual… por mencionar sólo algunas. Así las cosas, parece claro que la "cultura del relevo" va a ser un tema empresarial (y social) clave para nuestro país en los próximos años.

Los votos negativos en las Juntas Generales de Accionistas (JGA) en España han ido creciendo en los últimos años. Si en 2019 hubo 51 temas con votos en contra (con un porcentaje superior al 10% que es lo que se considera significativo) en los puntos tratados en las JGA del Ibex-35, en 2021 fueron 58 y en 2022 han sido 72. Además, otro tanto sucede con el resto de empresas cotizadas. Todo parece indicar que, tanto los inversores institucionales como los pequeños accionistas, se están tomando cada vez más en serio su papel de supervisar la labor del Consejo de Administración. Ya no es suficiente que el accionista reciba un pequeño obsequio en la JGA para que asuma dócilmente las propuestas del consejo.