Tras un inicio de año con un crecimiento lento y moderado, la economía de la eurozona da signos de recuperación en el tercer trimestre del año. El producto interior bruto de los países del euro ha apuntado un repunte del 0,4% entre julio y septiembre, superando ese aumento del 0,2% del segundo trimestre del año. Un impulso que se apoya en un aumento del consumo de los hogares y de un incremento del gasto público de los Gobiernos.