Juan Luis Arregui
El Plan Energía y Clima con horizonte 2030 implica para España ambiciosos objetivos de reducción de emisiones de carbono y de aumento de energía renovable. Tras la reciente subasta organizada por el Ministerio de Energía, nuestro país contará previsiblemente en un futuro inmediato con 3.000 MW de potencia renovable adicional. Una cantidad nada despreciable que constituye una buena noticia. Pero la convocatoria sólo ha logrado adjudicar potencia eólica, es decir, generación renovable no firme. Y esto es un motivo de preocupación para la estabilidad y la seguridad de nuestro parque de producción.