Escucho con pesar el balance, todavía provisional, de pérdidas humanas en el levante español a consecuencia de un fenómeno natural en lo que seguro deberá considerarse como un desastre social.

Geólogo y profesor de la Universidad Carlemany
Escucho con pesar el balance, todavía provisional, de pérdidas humanas en el levante español a consecuencia de un fenómeno natural en lo que seguro deberá considerarse como un desastre social.
Si existe algún colectivo científico donde se pueden encontrar todavía posturas escépticas hacia el cambio climático y sus consecuencias, éste es sin duda el de los geólogos. Por favor no me malentendáis, no negamos la existencia de un calentamiento global reciente y rápido. Los datos no pueden negarse. Desde el inicio de la revolución industrial hasta la fecha la temperatura media del planeta ha aumentado 2ºC hasta alcanzar los 14ºC, mientras que la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera lo ha hecho un 150%. Los efectos que generan estos hechos incluyen la generación de cambios en las dinámicas marinas, la afección a los ecosistemas y el incremento de fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones o sequías, entre otros escenarios más o menos catastróficos. El discurso científico actual incide en la relación directa existente entre la quema de combustibles fósiles y el calentamiento global, apuntando al comportamiento de los humanos como causa principal del cambio climático. Entonces, ¿dónde está la discrepancia? Pues ésta radica en el discurso imperante de que el propio planeta y la vida que éste soporta está en peligro extremo por estos hechos. Si bien no se puede negar un cierto grado de amenaza, sí es necesario matizarla a la luz de los conocimientos que nos aporta la Geología. Tanto la temperatura media de la Tierra como la concentración de CO2 atmosférico han sido superiores a los actuales durante la mayor parte de los últimos 600 millones de años. Sin embargo, la vida en el planeta ha evolucionado desde los organismos más sencillos hasta los más complejos. Los períodos fríos han sido del todo excepcionales. La historia geológica nos dice que la temperatura media puede subir bastante sin que la vida en conjunto se vea amenazada, lo que no quita que muchas especies se puedan extinguir por este hecho.