Jerome Powell, presidente de la Fed, ha puesto algo de la cordura ansiada por los inversores, fatigados ante la caótica política comercial de Donald Trump. Las bolsas iniciaron la sesión con caídas, profundizando los amplios descensos experimentados ayer después de que el mercado no reaccionara positivamente ante la pausa temporal de parte de los aranceles contra México y Canadá, tal y como hicieron el día anterior con el repliegue de esos mismos impuestos sobre el motor. Sin embargo, las palabras de Powell afirmando que el estado de la economía de EEUU es óptimo y que la Fed está en posición de aguardar más claridad sobre las políticas de Trump, provocaron un giro de 180º en Wall Street, donde las dudas se habían incrementado por los débiles datos de empleo. Sus principales índices han finalizado con subidas, aunque han acumulado caídas del 3% desde el lunes. Ése es el impacto bursátil que han tenido los vaivenes arancelarios de Trump: la tercera semana consecutiva de caídas en Wall Street, donde el parqué ha firmado su mayor caída semanal en lo que llevamos de año.