Cada vez se habla más de lo poco recomendables que son las botellas de plástico, y con razón. Se ha demostrado que liberan microplásticos con el uso, especialmente cuando se exponen al calor, y además, con el tiempo, acaban dejando un sabor raro en el agua. Por eso, pasarse a una botella reutilizable y de materiales seguros como la botella de agua de acero inoxidable es ya casi una necesidad. Pero claro, no vale cualquiera. A la hora de elegir una buena botella, hay que fijarse en que no tenga BPA, que no coja olores, que conserve bien la temperatura y, sobre todo, que sea cómoda de usar en el día a día. Es de esas cosas que pueden marcar una gran diferencia.