Opinión
La escalada de las tensiones nucleares en el noreste de Asia constituye un peligro real para la paz y la economía mundial. El núcleo del problema es Corea del Norte, una dictadura comunista que destinó sus menguados recursos económicos al objetivo de convertirse en una potencia nuclear, a pesar de que no podía ni siquiera cubrir las necesidades básicas de sus ciudadanos. Es un Estado fallido con escasas reservas de divisas, pero con reservas de uranio y plutonio suficientes como para presionar a Corea del Sur y Japón. Pero las acciones norcoreanas van dirigidas principalmente a Estados Unidos.