No se llevó el Oscar, pero se llevó todos los aplausos. Con su traje sastre rosa fucsia regado de lentejuelas y esos guantes a juego, fue lo más de lo más. Divertido, sublime y con un inigualable sentido del espectáculo, Ryan Gosling se lanzó a cantar I am just Ken, de la BSO de Babie y se viralizó.