Escoltas, coches de lunas tintadas y hasta empleados del hotel utilizando paraguas como improvisado biombo. El despliegue de seguridad para proteger a los Urdangarin y los Borbón en su primera reunión tras la separación de Iñaki y la infanta Cristina ha sido un derroche que muchos han calificado de "ridículo" y "absurdo".