La querida presentadora y ventrílocua murió este jueves a los 80 años en su casa de Tenerife, donde había encontrado un paraíso particular para disfrutar de la tranquilidad. Mari Carmen sufrió un infarto fulminante a las puertas de su domicilio, donde fue encontrada sin vida por unas vecinas. Su hijo Miguel, desolado, se ocupa del traslado de sus restos mortales desde Canarias a la Península para cumplir el último deseo de su madre: descansar en la tierra que la vio nacer.
El cuerpo de Mari Carmen llegará a Madrid este sábado, donde será velado durante 24 horas en el tanatorio de Majadahonda, tal y como su hijo ha desvelado a La Razón. Hasta allí podrán desplazarse amigos y compañeros de profesión para dar su último adiós a la 'madre' de doña Rogelia y el Pato Nícol. Ya el domingo, sus restos mortales serán trasladados a Cuenca, donde recibirá sepultura.
Miguel, único hijo de Mari Carmen, ha desvelado este viernes que le están practicando la autopsia a su madre para clarificar las causas de la muerte, aunque todo apunta a un infarto: "Ella tenía las cositas de su edad, azúcar, fumaba... Parece ser que fue un infarto y que de ahí fue la caída, pero no fue en las escaleras, fue en la puerta de su casa, en la acera... Y se cayó y ahí se quedó, solita", ha dicho en Espejo Público. "Fue una muerte dulce, mejor que agonizar en un hospital".
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