Corresponsal en Londres
Su experiencia la hace ser respetada en Bruselas

La entrada de Theresa May en Downing Street inaugura este miércoles una era en la que está resuelta a pilotar una salida de la Unión Europea a la que se había opuesto. El marasmo económico, político e institucional provocado por el referéndum y el sentido de negación de quienes habían apostado por la permanencia permitió alimentar la idea de un segundo plebiscito, pero la flamante nueva líder proclamó ayer que, "no podría ser más clara: Brexit significa Brexit".

Sucesión Cameron

El Laborismo afronta el asalto al liderazgo preparado desde la confirmación del divorcio con Bruselas. La presión no ha podido con un Jeremy Corbyn resuelto a disputarse el cetro con Angela Eagle, la diputada que esta jornada prevé emplear respaldo entre sus colegas en Westminster para desafiar la continuidad de quien está apoyado apabullantemente por la militancia.

Brexit

Las secuelas del terremoto Brexit amenazan con provocar una escisión en los partidos llamados a repartirse el poder. La batalla abierta por el liderazgo tory, donde se juega el sello ideológico que marcará el conservadurismo de la era postreferéndum, y las luchas cainitas en el seno de un Laborismo fragmentado entre el amor y el odio a Jeremy Corbyn han dejado huérfana a una sociedad que no sólo no ha digerido el veredicto del 23 de junio, sino que ignora el rumbo mismo de su futuro fuera de la UE.

Los conservadores votan a los dos candidatos

La primera fase de reconstrucción de las secuelas del terremoto Brexit queda vista para sentencia esta jornada con la selección de las dos candidaturas de las que el 9 de septiembre saldrá el próximo inquilino de Downing Street. Por primera vez en la historia británica, los militantes de un partido se encargarán en exclusiva de elegir al primer ministro, pero para añadir más presión, además de reactivar una gobernación en stand-by desde hace meses, quien suceda a Cameron deberá pilotar la salida de la Unión Europea, un proceso sin precedentes para el que no hay hoja de ruta.

Ante el reto de unir a los 'tories' y cicatrizar el 23-J

El temple de Theresa May (1956) ha situado a la titular del Ministerio de Interior británica en la pole position para suceder a David Cameron en la carrera presidencial. Frente a las voces que demandan que el próximo primer ministro proceda del bando que apoyó el Brexit, la capacitación de una política cabal, su astuta gestión de los tiempos y el perfil bajo mantenido durante la campaña del referéndum la han permitido auparse como la candidata capaz de reconstruir la unidad de una formación consumida por los personalismos y una lucha de egos que amenaza con profundizar todavía más la brecha abierta por la votación del 23 de junio.

Las renuncias continúan con Nigel Farage

La vorágine generada por el terremoto Brexit sigue sin otorgar tregua a un Reino Unido en el que la carrera por el Número 10 continúa salpicada por inesperadas renuncias -ayer le tocó el turno al líder del UKIP, Nigel Farage-, evidencias de la ausencia de planes para la economía o la inmigración y, sobre todo, luchas internas.

El noqueo del Brexit permanece

El experimento de la ruptura entre Reino Unido y la Unión Europea continúa en el laboratorio de pruebas, a la espera de la resolución de la fuga de cerebros catalizada por el Brexit. La línea dura adoptada por Bruselas apenas ha impresionado a una clase política británica cuya prioridad más urgente se halla lejos del botón de salida e, incluso, de la gobernación de un país en estado de stand-by desde que David Cameron anunciase en febrero la fecha del referéndum.