El nombre de Lehman Brothers se ha vuelto a escuchar en los parqués europeos. El abrupto desplome de la banca en la renta variable europea de estos últimos días de negociación ha desempolvado el temor a una quiebra como la que, a ojos del mundo económico, desencadenó la peor crisis financiera de la historia.
¿No está cansado de la volatilidad que viven el crudo y los parqués de medio mundo jornada tras jornada? ¿Quiere invertir pero no sabe dónde? Convierta su dinero en whisky y recoja beneficios.
Acaba de cerrar el Ibex 35 con la mayor caída del año. El selectivo español volvió a desplomarse otro 4,44%, hasta cerrar en 8.122 puntos. Ha vuelto a perder soportes. El asalto de los bajistas a las bolsas europeas y norteamericanas parece no tener fin. El petróleo parece que vaya camino de regalarse... Pues bien; compre.
El billete de 500 euros podría ver restringido su uso o incluso ser retirado de la circulación. O al menos esa es la intención del Banco Central Europeo (BCE) que, con su presidente Mario Draghi a la cabeza, ya da pasos en esa dirección. El primero ha sido poner a sus técnicos a trabajar en un informe de medidas y el segundo, comunicarle dicha intención a los eurodiputados. "Queremos hacer cambios, pero los queremos hacer de manera ordenada", expuso Draghi este mismo lunes al Parlamento Europeo.
Los bancos centrales del mundo deben planificar de manera conjunta y coordinada una intervención monetaria similar a la acontecida en 1985 tras el conocido 'Acuerdo del Hotel Plaza' para apoyar el yuan y evitar así que el dólar se siga fortaleciendo.
En las últimas semanas han sido varias las firmas de inversión, entre ellas Morgan Stanley, las que han advertido de que las ventas del iPhone podrían caer por primera vez desde 2007. De momento, en lo que va de diciembre, ni la recomendación de compra que el consenso de mercado emite sobre sus acciones ni las estimaciones de ventas se han resentido, aunque sus títulos han caído un 11% en las últimas 10 sesiones.
Conocidos por ser impacientes, malcriados y sobre todo, por tener un título académico. Los millennials, una generación más que preparada, no ha sabido, o no ha podido, o no ha querido ahorrar.