El Sustainable Aviation Fuel (combustible sostenible para la aviación), más conocido por su acrónimo SAF, podría conformar una industria que genere más de un cuarto de millón de empleos, directos, indirectos e inducidos, además de tener un impacto de casi 51.000 millones de euros en el PIB del país hasta 2050. Un volumen que se reparte entre los 13.000 millones de inversión para la construcción de las plantas y 42.851 millones que generarán su operación. Todo ello generará una industria completamente nueva, que los países deben crear desde cero, y que ofrece una oportunidad irrepetible y única para España y la mejora de su competitividad en un sector muy importante para nuestra economía como la aviación, de alto valor añadido, y que aumenta cada día más con el peso creciente del turismo.