Miembro distinguido del Asia Global Institute de la Universidad de Hong Kong y miembro del Consejo Asesor del PNUMA sobre Finanzas Sostenibles
Tribuna

El 1 de octubre, China celebró el 70 aniversario de su fundación con impresionantes desfiles para mostrar el extraordinario progreso que el país ha logrado bajo el liderazgo del Partido Comunista. Quedan por delante retos formidables. Pero el historial de China hasta ahora y los recursos de que dispone indican que puede estar a la altura de las circunstancias.

Tribuna

Desde que China recuperó la soberanía sobre Hong Kong el 1 de julio de 1997, la ciudad ha prosperado económicamente, pero se ha deteriorado políticamente. Ahora, una de las ciudades más ricas del mundo está rodeada de protestas, que han bloqueado las carreteras, paralizado el aeropuerto y, a veces, degenerado en violencia. Sin embargo, lejos de ser un problema exclusivamente chino, el caos actual debe ser visto como un indicador de los sistemas capitalistas que no abordan la desigualdad.

Tribuna de Opinión

Una vez que, tras la cumbre del G-20, parece abrirse una nueva tregua en la guerra comercial entre EEUU y China, vale la pena preguntar: ¿qué precio estaban realmente dispuestas a pagar las empresas ante lo que, hasta el sábado, parecía una escalada sin fin de las tensiones? El orden posterior a la Segunda Guerra Mundial se ha visto reforzado por tres redes superpuestas de intercambio global -comercio, inversión y finanzas, e información- en las que las multinacionales estadounidenses han desempeñado un papel destacado. En 2017, el comercio mundial de bienes y servicios ascendía a 46 billones de dólares, es decir, el 57 por ciento del PIB mundial. El volumen de negocios anual en divisas fue 22 veces mayor.

Opinión

Las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China se cerraron el 1 de marzo, después de lo cual se reanudó la guerra arancelaria bilateral, comenzando con un aumento del 10 por ciento al 25 por ciento de los productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares. Mientras que los mercados financieros mundiales fluctúan de forma desmesurada, los inversores parecen asumir que hay demasiado en juego para que los EEUU y China no logren llegar a un acuerdo. Su optimismo podría ser efímero.

opinión

En Washington se ha impuesto una opinión sobre China: Estados Unidos se enfrenta a un ladrón de propiedad intelectual autoritario y manipulador del comercio que representa una amenaza estratégica para la seguridad nacional y sus aliados, y por ello merece ser castigado. Pero el consenso es erróneo. De hecho, China merece reconocimiento por sus logros.

Andrew Sheng / Xiao Geng

En el 40º aniversario del lanzamiento de la "reforma y apertura" de China, el país está en camino de recuperar su estatus anterior como la economía más grande del mundo, habiendo hecho progresos sustanciales hacia la modernización de su sector agrícola, industria, sistemas de defensa y capacidades científicas. Pero hay cuatro grandes trampas por delante.

Opinión

El pasado mes de junio, The Economist lamentó que "Donald Trump está socavando el orden internacional basado en la ley", mientras busca "victorias a corto plazo para Estados Unidos" a costa de "daños a largo plazo para el mundo". Con la escalada de Trump en su guerra comercial con China, y con ambas partes que parecen estar preparándose para una competencia prolongada por el liderazgo tecnológico, la amenaza no hace más que aumentar.

Andrew Sheng/ Xiao Geng

El mundo tiene un problema de demanda, y lo está afrontando mal. En lugar de dejarse perjudicar por las políticas mal orientadas de otros países, China debe trabajar para crear su propia demanda haciendo pleno uso de su capacidad de experimentación política, planificación a largo plazo y toma de decisiones pragmáticas.

Opinión | Andrew Sheng y Xiao Geng

Muchos culpan de la rebelión populista de hoy en día en Occidente a la extrema derecha, que ha ganado votos al pretender responder a los agravios de la clase obrera, a la vez que aviva el miedo y promueve la polarización. Pero, al culpar a los líderes que se han apoderado de la ira popular, muchos pasan por alto el poder de esa ira en sí misma, que está dirigida a las élites cuya riqueza se ha disparado en los últimos 30 años, mientras que la de las clases media y trabajadora han permanecido estancadas.

Andrew Sheng

A medida que aumenta el riesgo de una guerra comercial entre EEUU y China, la creación de un sistema monetario justo y geopolíticamente neutral se ha vuelto cada vez más urgente. El cambio de un orden mundial unipolar a multipolar no ha sido especialmente ordenado. Sin embargo, ha producido una especie de no sistema monetario que depende de un modelo impulsado por la deuda, basado en el dólar, que es demasiado procíclico, frágil y potencialmente sesgado para apoyar la gestión de los conflictos comerciales.