La digitalización sigue avanzando en el sector empresarial y, a partir de ahora, será una asignatura obligatoria para los autónomos y pymes que facturen a otras empresas (B2B) ya que deberán adaptarse a la nueva normativa de factura electrónica. Aunque esta obligación no entrará en vigor hasta 2026, es recomendable que los negocios no esperen al último momento para realizar esta transición. A partir de ahora, las facturas deberán tener un formato denominado estructurado, lo que significa que ya no será válido generar documentos en Word o Excel y convertirlos a PDF. En su lugar, será necesario utilizar un software que cumpla con la normativa Verifactu.