La Administración Trump ha dinamitado los pocos puentes que aún se mantenían en pie con el Viejo Continente. El presidente republicano se ha liado la manta a la cabeza con el único fin de "hacer América grande otra vez". La decisión afecta de lleno al mercado automovilístico alemán, el principal mercado comunitario, que es el que más exporta a Estados Unidos. Los tres fabricantes germanos, el Grupo Volkswagen, el Grupo Mercedes-Benz y el Grupo BMW, sufrirán, en mayor o en menor medida, las consecuencias del incremento arancelario.