Tras cuatro años de pérdidas, la rentabilidad de las empresas aragonesas vuelve a estar en niveles positivos, registrándose un crecimiento medio del 0,85%. La evolución es positiva en las provincias aragonesas. Además, también crece la productividad, pero todavía queda por recuperar porque no se han alcanzado los niveles del año 2006. Las perspectivas económicas son buenas y se prevé que Aragón crezca un 3%, aunque hay puntos negativos como el déficit público, la tasa de paro y el alto nivel de endeudamiento.
Es una de las principales conclusiones que se recoge en el Informe Económico de Aragón 2015, que ha sido editado por la Fundación Basilio Paraíso de Cámara de Zaragoza e Ibercaja y en el que, como novedad, se incluye en esta edición la incorporación de un apartado específico en el que se presentan de forma conjunta los resultados sobre rentablidad y productividad de las empresas aragonesas.
El estudio -que se ha realizado con 18.000 empresas (sociedades anónimas y sociedades limitadas) con sede en Aragón durante el período 2000-2014, que representan un tercio del empleo en la comunidad y de acuerdo con los datos de la base SABI-, refleja que tanto la rentabilidad como la productividad de las empresas está mejorando.
En concreto, la rentabilidad promedio de Aragón, que se sitúa en el 0,85% en el año 2014 -último ejercicio del que hay datos disponibles-, se "sitúa por primera vez en niveles positivos tras la crisis y tras cuatro años de pérdidas", según ha explicado Marcos Sanso, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza, quien ha presentado el informe junto con Manuel Teruel, presidente de Cámara de Zaragoza.
Además, en las tres provincias se han observado niveles positivos, siendo el promedio en Huesca del 0,49% en 2014, mientras que en Teruel ha sido del 0,44% y, en Zaragoza, el porcentaje se ha situado en el 0,98%.
En relación a los sectores de actividad, se observa que, en general, la rentabilidad promedio en Aragón se sitúa en niveles positivos, aunque hay cinco sectores que son especialmente rentables entre los que se encuentran los productos informáticos, electrónicos y ópticos.
Por el contrario, en la comunidad aragonesa, todavía hay cinco sectores que continúan con una rentabilidad negativa como sucede con el caucho y el plástico, la construcción, hostelería, actividades inmobiliarias y actividades artísticas y de entretenimiento, aunque "la situación mejora en relación al año 2013".
Sobre la productividad, el informe refleja una recuperación en el año 2014, observándose que el "crecimiento es una tendencia muy clara. Muchos sectores están en la senda del crecimiento de la productividad" y, además, "de manera sostenible. El crecimiento en productividad es un salto importante porque es también el primer año de crecimiento", lo que se ha visto favorecido por varios factores como la recuperación de la rentabilidad y la expansión económica, entre otros. Entre los que mejor evolución presentan figuran las actividades financieras y de seguros, seguida de la industria de la madera, corcho, papel y artes gráficas.
Sin embargo, a pesar de esta favorable evolución de la rentabilidad y productividad, todavía queda camino por recorrer. "Las empresas empiezan a recuperar posiciones, pero todavía tienen pérdidas y se tienen que ir recuperando. Se empieza a remontar, pero no estamos en los márgenes brutos de productividad del año 2006", ha explicado Manuel Teruel, quien ha añadido que "si se recupera la productividad y la competitividad, irán mejor los salarios", ha incidido Manuel Teruel.
Y es que, con los años de la crisis, "las empresas lo han tenido muy crudo para poder pagar más", ha incidido Marcos Sansó, quien también ha explicado que "las empresas podrán pagar más si crece la productividad".
Perspectivas económicas
El informe también recoge la situación de la economía aragonesa en el año 2015 y las perspectivas para el ejercicio de 2016. La previsión es que Aragón siga consolidando su crecimiento económico, tras crecer en torno al 3% en el año 2015, aunque se comenzó a observar una ligera desaceleración en el segundo trimestre del año.
Este crecimiento se ha visto favorecido por una serie de factores entre los que destacan el contexto global favorable y el comportamiento de los mercados exteriores. Una evolución que, además, ha tenido traslación en el mercado de trabajo, puesto que la tasa de paro promedio fue del 16,29%, situándose lejos del 21,3% de 2013 y del 20,16% de 2014.
Además, la tasa va decreciendo, situándose en el cuarto trimestre del año en el 14%, lo que supone cinco puntos por debajo de la media nacional. De esta manera, el número de parados se ha reducido en 26.000, pasando de 131.000 a 105.000 desempleados, mientras la afiliación ha crecido en 12.500 personas.
Por sectores de actividad, se observa que la evolución fue positiva en todas las actividades productivas, destacando la construcción en el que, por primera vez tras la crisis, registra una demanda positiva.
Un crecimiento que, además, se ha producido a pesar de que "el crédito al sector privado cayó, aunque creció al sector público", ha explicado Marcos Sanso. La caída del crédito se cifra en el 3,8%. Una situación que se explica porque "el sistema financiero sigue desconfiando de la solvencia de los agentes económicos y de la situación económica". Por el lado de la oferta, todos los sectores crecieron, siendo los servicios el que peor comportamiento tuvo al crecer el 2,7%.
Una coyuntura sobre la que se prevé que en 2016 siga la consolidación de la economía aragonesa porque, además, se sigue repitiendo el mismo escenario. De manera que se prevé que se crezca en torno al 3%, aunque a final de año se podría alcanzar el 2,8% fruto de ciertos factores como la inestabilidad política y las previsiones que hay de desaceleración para el año 2017. No obstante, "de momento, se mantiene el 3%", añade Marcos Sanso.
A pesar de la coyuntura económica, no se deben obviar factores que pueden influir en el crecimiento económico como la desaceleración de China y la depresión de Brasil y Rusia que se ha desacelerado el ritmo global, de manera que ahora se crece al 3,1%, aunque la tasa media es del 3,7%. Además, está la congelación de los tipos de interés de la Reserva Federal, "que si suben puede afectar de forma negativa a la economía española por su endeudamiento".
No hay que perder de vista otros factores como una política monetaria que puede ser más restrictiva ni otros elementos que son menos favorables como el déficit público "porque España se desmarca de la tendencia general de la Unión Europea y de la Zona Euro en la que son pocos los países que tienen un déficit por encima del 3%. Estos significa que España se está quedando como un país que no sabe resolver esta situación y en los próximos años va a ser un estigma", ha matizado Marcos Sanso.
Un aspecto al que se añade la alta tasa de paro, a pesar del descenso registrado, y el alto endeudamiento, que "son el talón de Aquiles de la economía de España y de Aragón".