La apertura de la fábrica de baterías más grande de España está cada vez más cerca, y es que el proyecto de CATL y Stellantis va a suponer una enorme oportunidad para la Comunidad de Aragón en tanto el aspecto económico como social.
Se espera que la planta comience a fabricar en 2026 y las expectativas de esta gigafactoría son que alcance una producción de un millón de baterías desde el año 2028, fecha en la que se prevé que esté a pleno rendimiento. Y para lograrlo, otro de las datos que hemos podido saber con la Declaración de Interés General (DIGA), es que generará 3.000 puestos de trabajo.
Hay que destacar que esta fábrica estará situada en la localidad de Figueruelas, en Zaragoza, que según el censo de 2024 tiene un total de 1.240 vecinos. Esto significa que toda la zona experimentará un enorme crecimiento demográfico, y como acabamos de saber una gran parte de estos nuevos trabajadores que acogerá dicha gigafactoría serán de origen chino.
Según han podido saber desde el Diario de Aragón, CATL prevé trasladar a Figueruelas aproximádamente a 1.847 trabajadores chinos entre 2025 y 2026 para trabajar en la fábrica. La llegada de estos nuevos trabajadores comenzará este mismo año, y aunque la cifra es impactante ya que supera a la propia población local actual, el mismo diario recoge que no supone un contratiempo para los vecinos.
La razón por la que son necesarios los trabajadores chinos
Todo esto tiene una explicación, y es que con un proyecto tan grande ( se ha realizado una inversión de 4.100 millones de euros), es necesario hacer las cosas bien, y como explican, "CATL trae la tecnología de baterías, que es además la mejor del mercado mundial, y trae sus máquinas y formas de trabajar", por lo que es necesario que traigan a profesionales especializados que sirvan de ejemplo y ayuda durante los primeros pasos de la gigafactoría.
La clave está en que estos especialistas aportarán conocimientos técnicos clave y experiencia en proyectos similares, lo que será esencial para arrancar y acelerar el proceso de lanzamiento y garantizar estándares de calidad esperados con un proyecto de estas magnitudes.
Retos a superar
Sin duda este es uno de los proyectos más ambiciosos para tanto Aragón como España, comenzando por la integración de esta llegada masiva de personas a una localidad de ese tamaño. Las autoridades señalan que la clave estará en una transición ordenada, donde la experiencia china impulse la industria local sin saturar los recursos del territorio. A su vez, se planea la instalación de viviendas prefabricadas cerca de las instalaciones.
Otro de los retos importantes es el relacionado con la energía. La gigafactoría tendrá una capacidad de 50 GWh y, además, será neutra en emisiones completamente y funcionará con energías renovables.
Son industrias que registran un alto consumo energético por lo que será necesario avanzar en cubrir esas necesidades energéticas. Un proceso que no depende de la Administración local, sino que contempla la implicación del Gobierno de España y de entidades como, por ejemplo, Red Eléctrica de España.