
Todavía estamos en mayo y ya estamos sufriendo la primera ola de calor del verano, con temperaturas que se mantienen en torno a los 33 grados en el centro peninsular y cercanas a los 40 en algunas zonas de Andalucía. Por eso no es de extrañar que muchos ya se hayan dado el primer chapuzón de la temporada, ya sea en una piscina municipal o privada. Pero también los hay que no tienen dónde refrescarse y esperan que algún amigo los invite a su piscina comunitaria, un gesto que podría traernos graves consecuencias si no consultamos la normativa de la comunidad para estos casos.
Imagina que vives en un piso de alquiler en una comunidad con piscina, un privilegio para los días de verano, y que quieres que tus amigos también disfruten. Puedes meterte en un lío por hacerlo, ya que aunque algunos vecindarios no se oponen a ello, en otros puede estar prohibida la entrada de personas ajenas a la finca para bañarse.
Consulta los estatutos de la comunidad
Si tienes dudas, primero pregunta primero a tu casero. Si no es capaz de darte una respuesta, debes consultar los estatutos del régimen interno de la comunidad de propietarios.
Por norma general, como inquilino tendrás derecho de uso de los elementos comunes del bloque, aunque los horarios, normas, seguridad y régimen de visitas a zonas comunitarias, como bien puede ser una piscina, están reguladas de acuerdo al consenso de la junta de propietarios por mayoría simple. Esto significa, a grandes rasgos, pueden ser los propios vecinos los que establezcan sí se admiten o no visitas a la piscina.
En cualquier caso, en los estatutos (que puedes solicitar a tu casero, al presidente de la comunidad o al administrador de la finca) seguramente encontrarás uno de tres supuestos en cuanto a la invitación de amigos o familiares:
- Que no haya reglas para el uso de la piscina comunitaria. En este caso, podrás invitar a quien quieras a darse un chapuzón, siempre respetando el uso adecuado de las instalaciones y las normas del recinto, sin entorpecer el uso de la piscina al resto de propietarios, dado que en caso de que los invitados causen daños en las instalaciones, será el inquilino el que responda y corra con los gastos de la reparación.
- Que esté prohibida la entrada de personas ajenas a la comunidad. Deberás respetar la decisión de la finca y no podrás invitar a nadie. No obstante, si tuvieras familia o amigos que se están alojando en tu vivienda, sí podrías llegar a un acuerdo con el presidente, aunque dependerá de su decisión.
- Que haya un máximo de invitaciones por vivienda. Habitualmente se opta por limitar las invitaciones para no superar el aforo de la piscina y controlar la afluencia de personas.
Si no puedes llevar invitados y no quieres renunciar a una buena compañía, siempre podréis acudir a una piscina municipal, de hecho en algunas comunidades ya llevan unos días abiertas, como en Madrid, que dio el pistoletazo de salida al verano el pasado 15 de mayo y no echarán el cierre hasta el próximo 7 de septiembre.