
Un grupo de científicos españoles ha descubierto un hallazgo "excepcional", que tiene que ver con un diente de cachalote que estaba enterrado dentro de un hoyo, convirtiéndose en un vestigio de gran rareza y muy importante sobre la Edad de Cobre, localizados en el recinto del antiguo instituto Las Encinas de Valencina de la Concepción (Sevilla).
El trabajo de investigación y el posterior hallazgo se han dado debido a la construcción del edificio de la nueva biblioteca municipal, que dejó al descubierto este nuevo vestigio, siendo la "primera" pieza de este tipo encontrada con relación a la Prehistoria Tardía Peninsular, tal y como recoge Europa Press.
Este estudio, titulado Desde las mandíbulas de Leviatán: Un diente de cachalote del mega sitio de la Edad del Cobre de Valencina, es fruto del trabajo de un amplio equipo de investigadores del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla (US), del Centro Oceanográfico de las Islas Canarias, el Instituto Español de Oceanografía, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), las universidades de Córdoba, Huelva y Durham (Reino Unido), el Instituto Arqueológico Alemán y del Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Valencina de la Concepción.
Concretamente, el estudio está firmado por los investigadores Samuel Ramírez-Cruzado Aguilar-Galindo, Miriam Luciañez-Triviño1, Fernando Muñiz Guinea, Luis Miguel Cáceres Puro, Antonio Toscano Grande, Marta Díaz-Guardamino, Juan Manuel Vargas Jiménez, Thomas Xavier Schuhmacher, Rafael María Martínez Sánchez, Santiago Guillamón Dávila, Joaquín Rodríguez Vidal y Leonardo García Sanjuán.
Parte de este trabajo, por cierto, ha sido recientemente comentado por el miembro del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Samuel Ramírez-Cruzado y el investigador de la Facultad de Química de la Hispalense Fernando Muñiz Guinea, en una reciente conferencia en la jornada divulgativa celebrada el pasado mes de abril en Valencina sobre las novedades en las investigaciones arqueológicas sobre el gran yacimiento que descansa en este término municipal y el de Castilleja de Guzmán, fruto del gran asentamiento humano que acogía dicho entorno de la comarca del Aljarafe durante la Edad del Cobre, que habría constituido uno de los enclaves más importantes de aquel periodo en el territorio actualmente asociado al sector occidental de Europa.
En profundidad
Este mega sitio de la Edad del Cobre, cuyo arco cronológico abarca aproximadamente entre los años 3200 y 2300 antes de nuestra era (a.n.e.); se extiende sobre unas 450 hectáreas de los términos municipales de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán y sus máximos exponentes son los 'tholos' de La Pastora, Matarrubilla y Montelirio, contando la zona con numerosos vestigios de índole funeraria y habitacional.
Desde 2010, recordémoslo, algo más de 779 hectáreas de los términos municipales de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán están protegidos con la figura de Zona Arqueológica, al acoger los vestigios de este gran asentamiento humano de la Edad del Cobre; si bien voces del mundo científico abogan ya por una ampliación del perímetro catalogado.
En ese marco, este trabajo de investigación aborda las excavaciones arqueológicas acometidas en el verano de 2018 en el recinto del antiguo instituto de educación secundaria (IES) Las Encinas de Valencina de la Concepción, a cuenta del proyecto promovido por el Ayuntamiento de esta localidad, actualmente gobernado por Ramón Peña, para la construcción de la nueva biblioteca municipal.
Tales excavaciones, como exponen los autores de este estudio recogido por Europa Press, "revelaron una serie de vestigios, incluyendo un hoyo" de carácter no funerario, en el que fue descubierto un "excepcional" diente de cachalote, actualmente depositado en el Museo Municipal de Valencina.
A tener en cuenta
La pieza, al detalle, constituye "la mitad superior" de "un diente de cachalote aislado e incompleto, en un buen estado de conservación" pese a su antigüedad, de una longitud de 13,2 centímetros y un peso de 414 gramos; tratándose de la "primera" pieza de esta naturaleza "jamás encontrada" en la Península Ibérica con relación a la Edad del Cobre.
"Primer resto óseo de mamífero marino"
De hecho, los autores de este trabajo de investigación destacan que se trata del "primer resto óseo de mamífero marino" descubierto en el mega enclave calcolítico de Valencina y Castilleja de Guzmán, toda vez que "el único ejemplo de similar cronología y morfología en Europa fue descubierto recientemente en Cerdeña", isla italiana.
Precisamente "debido a la rareza e importancia" de esta pieza, estos investigadores han desplegado un estudio multidisciplinar "incluyendo un modelado fotogramétrico en tres dimensiones", así como análisis tafonómicos, paleontológicos y contextuales; que "han conducido a una completa caracterización de la pieza mediante" aspectos como el estudio de sus rastros de bioerosión, marcas antropogénicas, el contexto de su localización y su trasfondo sociocultural en la Edad del Cobre.
Fruto de este complejo estudio, los autores de esta investigación exponen que "este diente, perteneciente a un espécimen adulto de cachalote, fue presumiblemente encontrado en un área de costa después de que pasase un tiempo en condiciones subacuáticas, como reflejan los restos de bioerosión ocasionados por organismos marinos".
El motivo real
Al detalle, estos investigadores explican que los cachalotes son "animales oceánicos (...) frecuentes" tanto en las aguas del Atlántico, como del mar Mediterráneo próximas a la Península Ibérica; precisando que como "hay vestigios de bioerosión por todos los lados del diente", esto "indicaría que después de que se separase de la mandíbula" del cachalote al que pertenecía, "fue transportado por el fondo marino por las corrientes oceánicos"; hasta que probablemente llegó a la costa "como parte de un evento" de la naturaleza, como las tormentas o prolongadas mareas, "que usualmente arrojan a la costa elementos más típicos de áreas profundas" del mar.
"Después de su recogida, fue manipulado, quizá con el objetivo de usar partes de él como materia prima para la manufactura de otros objetos como ornamentos personales o para transformarlo en un artefacto de connotaciones simbólicas", explican estos investigadores, señalando que "finalmente", la pieza fue "depositada en un hoyo" de manera "intencionada" como "ofrenda votiva", hasta su recuperación en 2018 fruto de las mencionadas excavaciones arqueológicas.
"Parece que la pieza llegó a Valencina como un producto exótico, como lo hicieron otras materias primas de gran valor como el sílex, el marfil, el cristal de roca, el cinabrio o el ámbar, y que fue recogida de la costa".
El hallazgo, además, "sitúa el diente de cachalote en línea con otros artefactos de alto valor y carga simbólica localizados en estructuras no funerarias" de este gran yacimiento de la Edad del Cobre, indican los autores de este estudio, insistiendo en que esta pieza fue tratada por la comunidad de este asentamiento calcolítico como un "objeto sagrado o totémico", pues "no hay duda de su uso en los siglos finales de la Edad del Cobre".
Este descubrimiento pone de relieve además "la presencia del mar en la cosmovisión de las comunidades que vivieron o frecuentaron" el mega asentamiento humano de la actual Valencina de la Concepción en el tercer milenio antes de nuestra era.
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