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Cómo dejar relucientes los rieles de las ventanas correderas: solo necesitamos un rotulador

Consumidor limpiando una ventana | Foto: iStock

Cuando limpiamos tendemos a obviar ciertos espacios, como los rieles de las ventanas correderas. De hecho, aunque lo hagamos, siempre vemos una fina línea de suciedad que no desaparece y donde se acumulan restos de polvo y hojas que terminan por desquiciarnos.

Sin embargo, podemos deshacernos de todos estos desperdicios utilizando algo que todos tenemos por casa: un simple rotulador. Acompañado de una esponja, el "método del rotulador" es famoso por ser económico, funcional y efectivo en comparación con otros métodos de limpieza tradicionales.

Los rieles, como nuevos

Para mantener los rieles limpios necesitamos un rotulador, una esponja de doble textura, un cúter o cuchillo afilado, agua y jabón.

Lo primero de todo será colocar la esponja sobre el riel de la ventana. Una vez situada, con el rotulador marcamos las áreas donde se encuentran las ranuras o irregularidades del riel, es decir, donde "corta" el riel la esponja.

Después utilizaremos el cúter para cortar los puntos marcados. De este modo la esponja se adaptará mucho mejor al perfil del riel, lo que permitirá que podamos limpiar más en profundidad.

Ya solo tenemos que humedecer nuestra esponja (o el riel si lo preferimos) con agua y jabón y pasarla a lo largo del riel, repitiendo el proceso tantas veces como sea necesario. Una vez quede limpio y a nuestro gusto, pasamos un paño o papel absorbente para evitar la oxidación y alargar la vida útil de nuestras ventanas facilitando su deslizamiento.

Para prevenir que la suciedad se acumule de nuevo, lo ideal es realizar esta limpieza mínimo una vez a la semana.

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