El Nobel de Economía es un terreno pantanoso para las mujeres. O al menos esa es la impresión que se extrae al analizar el listado de personas que han sido reconocidas con este galardón en sus más de 50 años de historia. De entre las casi 100 personas que han sido elegidas por la Real Academia de las Ciencias de Suecia, tan solo tres son mujeres. Se trata de Elinor Ostrom (2009), Esther Duflo (2019) y Claucia Goldin (2023). Goldin es la única que puede presumir de haberlo recibido en solitario, Ostrom lo comparte con Oliver E. Williamson y Duflo con Abhijit Banerjee y Michael Kremer. Tres mujeres frente a 93 hombres.
El caso de Godin no es llamativo solo por ser la única mujer en lograr el Nobel de Economía en solitario, lo es también por el trabajo seleccionado. Se premió sus estudios sobre la infrarrepresentación de las mujeres en el mercado laboral, la segregación ocupacional y los menores salarios de las trabajadoras. La propia Goldin destaca en su trabajo la realidad que muestra el listado de ganadores del Nobel de Economía: si bien ha habido avances en la reducción de la brecha en las últimas décadas (los tres premios se han otorgado en solo 15 años), hay poca evidencia de que se cierre por completo en los próximos años (ellas representan el 3% frente al 97% de ellos).
La primera en romper este techo de cristal fue la estadounidense Elinor Ostrom. Con su investigación mostró cómo los recursos comunes —bosques, pesquerías, tierras de pastoreo y agua de riego— pueden ser gestionados con éxito por quienes lo usan, más que por el Estado o el sector privado.
58 mujeres han sido galardonadas con los Premios Nobel, representando un porcentaje de un 6,2% de todos los premios otorgados
Y diez años después llegó el turno de Esther Duflo quien también puede presumir de ser la persona más joven en recibir el Premio Nobel de Economía. La Academia sueca premió "su enfoque experimental para aliviar la pobreza global". A lo largo de su carrera su trabajo ha estado muy centrado en denunciar las desigualdades a las que se enfrentan las mujeres y analizar la relación entre empoderamiento femenino y desarrollo económico. "Para lograr la equidad entre hombres y mujeres, en mi opinión, será necesario continuar tomando medidas de política que favorezcan a las mujeres a expensas de los hombres, y puede que sea necesario continuar haciéndolo por mucho tiempo", asegura.
Esta situación no es exclusiva del Nobel de Economía. La realidad es que a nivel general se trata de unos galardones que han invisibilizado bastante a las mujeres a lo largo de su historia. Según los datos aportados por la Fundación Nobel, hasta 2024, 58 mujeres han sido galardonadas con los Premios Nobel, representando un porcentaje de un 6,2% de todos los premios otorgados. En los primeros años, las mujeres fueron prácticamente excluidas de los galardones. El primer reconocimiento a una mujer ocurrió en 1903, cuando Marie Curie, una pionera en el campo de la radiactividad, recibió el Premio Nobel de Física, compartido con su esposo Pierre Curie y Henri Becquerel. Sin embargo, la participación femenina siguió siendo marginal durante las primeras décadas del siglo XX, con muy pocas mujeres galardonadas.
Hay quien puede pensar que la escasez de mujeres se debe a que estas no han tenido las mismas oportunidades que los hombres para llegar tan alto y no a que se las esté invisibilizando. Una teoría que se desmonta si se analiza la historia de los propios Premios Nobel. En 1944 Otto Hahn recibió el Nobel de Química por haber descubierto la fusión nuclear. Un reconocimiento que se le otorgó en solitario pese a que la investigación la realizó junto a la física Lise Meitner. Al aceptar el premio, Hahn ni siquiera mencionó a Meitner, a pesar de que ella acumuló 49 nominaciones al Nobel, frente a las 39 recibidas por él.
Otro caso emblemático es el de Marie Sk?odowska-Curie (1867-1934), pionera en el estudio de la radiactividad. Curie fue la primera mujer en recibir un Premio Nobel y la primera persona en ser reconocida con dos galardones en diferentes disciplinas (Física y Química). Sin embargo, estuvo a punto de quedar excluida del primero de estos reconocimientos, ya que inicialmente el comité había decidido otorgarlo únicamente a su marido, Pierre Curie.