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Especial 8M: una mirada económica

Cerrar la brecha de género supondría un impulso al PIB mundial

  • Las mujeres seguirán dedicándole casi 2,5 horas diarias más que los hombres al trabajo de cuidados no remunerado
Mónica G. Moreno

La paridad de género, además de un aspecto moral, tiene un beneficio económico a nivel mundial. Las mujeres representan en torno a la mitad de la población mundial, por lo que no alcanzar su máximo potencial tiene consecuencias en la economía. "Las mujeres tienen el poder de dar un fuerte impulso a la tambaleante economía mundial", afirmó Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior de Economía del Desarrollo del Grupo Banco Mundial. Sin embargo, todavía existen prácticas discriminatorias que les impiden trabajar o impulsar negocios en igualdad de condiciones con los hombres.

Según las cifras del Banco Mundial, cerrar las brechas de género en el empleo y la iniciativa empresarial podría aumentar en un 20% el producto interno bruto (PIB) mundial. Según los cálculos de McKinsey, el avance de la igualdad de género podría haber añadido 12 millones de dólares al PIB en la última década en un escenario de "mejor en la región", en el que todos los países igualan el progreso del país que mejora más rápido en su región en cuestión de paridad. En un escenario de "potencial pleno" en el que las mujeres participan de la economía de forma idéntica a la de los hombres en los mercados laborales, se podrían haber agregado hasta 28 billones de dólares al PIB anual mundial de 2015 a 2025.

Un buen nivel de instrucción para las niñas y mujeres contribuye a su empoderamiento económico, lo que repercute en un crecimiento para la sociedad. Y es que, la igualdad económica de las mujeres es positiva para los negocios y, por lo tanto, para las economías.

En el caso del emprendimiento, la paridad también supone un aporte cuantioso a la economía mundial. Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), se podrían añadir entre 5 y 6 billones de dólares de nueva producción económica mundial si se ayuda a las mujeres a crear empresas al mismo ritmo que los hombres. Avanzar en este camino supone una prosperidad económica, por lo que los gobiernos, el sector privado y las organizaciones internacionales deben trabajar para romper las barreras, fomentar los ecosistemas inclusivos y apoyar el emprendimiento femenino. Facilitar y mejorar el acceso al capital; promover políticas integradoras o ampliar las redes son algunas de las ayudas para fomentar y apoyar la carrera de las mujeres emprendedoras.

El trabajo no remunerado

En todo el mundo se dedican cada día más de 16.000 millones de horas al trabajo doméstico no remunerado y trabajo de cuidado. Es probable que estas cifras vayan en aumento, debido al envejecimiento de la población mundial. Esta situación impacta en la vida personal y profesional de las mujeres, ya que, de forma mayoritaria, son las encargadas de desempeñar esta labor. Este tipo de trabajo es fundamental para el funcionamiento de la economía y la sociedad, sin embargo, en ocasiones no está reconocido.

Las mujeres soportan la gran carga del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, tanto es así que en todos el mundo realizan más de tres cuartas partes de dicha labor. Si continúa la tendencia actual, ONU Mujeres indica que en el año 2050, a escala mundial, las mujeres seguirán dedicándole casi 2,5 horas diarias más que los hombres al trabajo de cuidados no remunerado.

La organización de las Naciones Unidas recoge que si al trabajo no remunerado realizado por las mujeres se le asignara un valor monetario, este sería superior al 40% del PIB en algunos países, según estimaciones conservadoras.