La reciente muerte de Francesco Rivella, el químico italiano que creó Nutella, ha reavivado una de las rivalidades más dulces del mundo: Nocilla contra Nutella. A sus 97 años, Rivella dejó un legado imborrable en la cultura de la chocolatería, y su trabajo en Ferrero desde 1952 fue clave para el desarrollo de productos icónicos que hoy forman parte de la vida cotidiana de millones.
Rivella, quien empezó su carrera en Ferrero como la mano derecha de Michele Ferrero, fue instrumental en la creación de Nutella, inspirándose en la tradicional gianduja, una crema de avellanas y chocolate. Aunque la Nutella fue lanzada oficialmente en 1964, su historia se remonta a experimentos previos, como el fallido SuperCrema de 1951. La perfección de su textura y sabor cautivó al mundo, convirtiendo a Nutella en un fenómeno global.
Por otro lado, Nocilla, producida en España, surgió como respuesta a esta competencia italiana, pero con un enfoque diferente. La marca ha sabido posicionarse como un referente nostálgico, especialmente entre quienes crecieron en las décadas de los 70 y 80. Su famoso jingle y el icónico vaso que acompaña al producto han hecho de Nocilla un símbolo de la merienda clásica española.
¿Es la nostalgia de Nocilla más poderosa que la innovación de Nutella?
La polémica entre estas dos cremas va más allá de su sabor. Mientras Nutella se presenta como un "producto gourmet", Nocilla ha mantenido un "enfoque más accesible y familiar". Las redes sociales y miles de foros reflejan esta dualidad, con usuarios debatiendo apasionadamente sobre sus preferencias. ¿Es la nostalgia de Nocilla más poderosa que la innovación de Nutella?
El análisis del impacto de estos productos revela que Nutella es la favorita para quienes buscan elaborar "postres creativos", mientras que Nocilla se celebra en el contexto de "meriendas sencillas y tradicionales". Es destacable que, a pesar de que ambas cremas tienen un perfil nutricional similar, los consumidores parecen decidirse por una marca u otra en función de la "experiencia" que desean tener.
La historia de la publicidad también juega un papel fundamental en esta rivalidad. Nocilla ha logrado penetrar en la memoria colectiva con su famoso jingle, mientras que Nutella ha optado por una estrategia más moderna, enfocándose en la energía y el disfrute. Esta diferencia en la comunicación ha permitido que cada marca se asocie a emociones y recuerdos específicos.
Mientras la Nocilla se ha convertido en un símbolo de la merienda española, la Nutella se ha establecido como un referente internacional. La textura de Nocilla, más ligera y volátil, contrasta con la densidad de Nutella, lo que influye en cómo se perciben y utilizan cada una de ellas en la cocina.
En última instancia, la decisión entre Nocilla y Nutella puede depender del contexto cultural y emocional de cada consumidor. La nostalgia puede pesar más que la innovación, y la elección puede ser un reflejo de la identidad personal.